Tras la ejecución de Ogidi el rey decide que sea Ibezim quien se case con su hija, la princesa. Mientras tanto un hechicero ayuda a Ogidi para que pueda vengarse, pero ha de hacerlo en solitario y para ello le da un traje de Bat-Man y un maletín lleno de murciélagos. Su primer ataque sucede durante la ceremonia de la boda. El rey sobrevive pero quiere averiguar la identidad del atacante y su hechicero será el encargado de localizarlo, pero termina malherido. Por la noche Bat-Man va a por Ibazim, quien le planta cara.
Podría ser que cuando fuese emitida siguiera el formato de una serie, por la manera en la que transcurre la historia podrían ser episodios. Pero no estoy del todo convencido.
No lo dije en la entrada anterior pero la duración de cada parte es de poco más de una hora.
Empieza con escena final de la primera parte, entera. Resulta que el tipo que conoce Ogidi en la zona de los muertos es su tío, el hermano de su madre.
En la primera parte me fijé que durante los diálogos a veces repetían algunas frases. Tengo la impresión de que el guión es sólo una idea base y que improvisan un montón. Salvo las escenas que requieren efectos especiales y demás que sí las siguen al pie de la letra.
Siguen empleando músicas de otras películas cuando les viene en gana. Pero esta vez también sale un tema compuesto adrede que dice cosas en plan "he is the Bats, the Bats that kill...".
Al menos en esta parte hacen gala de los maravillosos efectos especiales de Nollywood. En un momento dado incluso usan la superposición de imágenes.
Es difícil de explicar el traje de Bat-Man. La capa parece hecha con plásticos negros, como de bolsas de basura y el casco es de plástico duro, pero salvo las orejas no está muy logrado. El símbolo del pecho es dorado.
La película termina con Ibazim y sus tres hombres entrando en la tierra de los muertos para enfrentarse a Bat-Man.
Esta segunda película (o temporada) es bastante más intensa que la primera. Aquí vemos algunos ataques de Bat-man y cómo el rey y los suyos son incapaces de hacer nada. Pero aún hay una tercera parte... en la próxima entrada.
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