Aquí la titulamos "El rey de los zombies".
Un vuelo a las Bahamas se pierde y termina aterrizando de emergencia en una pequeña isla habitada por el Dr. Miklos Sangre. En ella habita una sacerdote vudú que se dedica a resucitar isleños para que le sirvan y el doctor trata de aprovecharse de ella.
Originalmente fue planteada como una película de terror sin más pero el éxito de "The Ghost Breakers" (1940) de Bob Hope hizo que la modificasen para que fuera cómica, empezando por reemplazar a su director por Jean Yarbrough.
El papel del Dr.Miklos Sangre fue pensado para Bela Lugosi, pero no estaba disponible así que pensaron en Peter Lorre quien tampoco pudo hacerlo. Al final se lo dieron a Henry Victor, a quien habíamos visto en "Freaks" (1932) y posteriormente saldría en "Sherlock Holmes and the Secret Weapon" (1942).
Tuvo una secuela no oficial titulada "Revenge of the Zombies" (1943) en la que dos de los actores de ésta repitieron.
El personaje de Jeff es quien aporta la nota de color. Dejando a un lado el juego de palabras, me refiero a que es quien acarrea el peso de la comedia. Su estilo está a la altura de Abbott y Costello.
Los zombies son definidos como muertos vivientes. En sus apariciones caminan lentamente con la mirada puesta en el infinito y son bastante torpes.
No queda dicho explícitamente pero el doctor es un nazi, por eso tiene tanto interés en ocultar que tiene una radio y que ha capturado a un militar americano importante.
Repiten una y otra vez lo de que Jeff se encuentra con uno o varios zombies, huye, se lo cuenta a sus amos y no le creen.
Me recuerda a "La muerte viviente" (1971) y también a "A game of death" (1945), de hecho ésta última parece una copia.
En fin, si no fuera por la comedia llegaría a ser aburrida, eso es cierto. Es una de las primeras películas con zombies y, como tal, es curiosa de ver. Pero vamos, no os esperéis gran cosa.
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