Necronos (2010)

También conocida como "Necronos - Tower Of Doom".

El brujo Necronos se dedica a capturar almas mortales para el demonio y así crear un ejército de no muertos que le ayudarán a conquistar la Tierra en su llegada. Pero el rey envía a un grupo de valerosos soldados para detenerle antes de que sea demasiado tarde.

La película empieza con una serie de carteles con textos bastante extensos combinados con algunas imágenes de lo que se supone que están narrando. Tras el tercero ya se me habían quitado las ganas de seguir leyendo. Estaríamos hablando de 10 minutos sin ningún tipo de narración ni diálogo aparte de los dichosos cartelitos.

Entre las múltiples escenas que vemos al principio destaca la de tres mujeres desnudas con las manos atadas sobre sus cabezas mientras echan espumarajos por la boca. Es bonita de ver.

Las escenas de gente soltando sangre por alguno de sus orificios son abundantes. También los desmembramientos de prácticamente cualquier parte del cuerpo digna de ser llamada miembro.

Cuando por fin empieza la acción en la época actual (tras la introducción) el protagonista es un señor pintado de negro con una capucha. Van apareciendo grupos de personas haciendo diversas actividades en el campo (pescar, follar en una tienda de campaña, llevar a una chica secuestrada desnuda en el maletero...) y un esbirro zombie se los va cargando y/o secuestrando para crear más zombies.

De todas las muertes la que más me ha gustado es la que empalan a una rubia con un piercing en el clítoris. Como buena película alemana no tienen el más mínimo inconveniente a la hora de mostrar desnudos femeninos y masculinos.

Me recuerda vagamente al estilo de Jörg Buttgereit. Quizás más a "Premutos - der gefallene Engel" (1997) pero con muchas más muertes y litros de sangre.

Se pasan toda la película hablando de una bruja, hasta pasada una hora no hace aparición. Por cierto, no os encariñéis demasiado con ninguno de los personajes, las probabilidades de que muera son muy altas.

Las únicas excepciones son Goran y Necronos. Necronos se tira toda la película en un habitáculo recibiendo órdenes de un demonio y dándoselas a Goran quien las ejecuta diligentemente. Demasiado quizás.

Son dos horas y pico de muertes sangrientas sin apenas descanso con un argumento más simple que el mecanismo de un botijo. Llega a hacerse un poco pesada porque es repetitiva y casi toda la acción transcurre en el castillo.