Susie, la novia de Toni Martin, acaba de cumplir 18 años y él se la lleva a un club para celebrarlo. Pero al salir un grupo de moteros le pegan una paliza y a ella la violan. Al día siguiente él le pide ayuda a un amigo suyo que se dedica a entrenar Karate y les dan una paliza. Pero luego los moteros buscan venganza y asesinan a los karatekas.

El coche que conduce el protagonista es un Chevrolet Corvette Neufeld Special Cars C3. No pasa desapercibido precisamente.
Paul Grau, el director de la película, hace un cameo como el líder de los karatekas.
A los moteros los llaman "banda de rockers". Me hace gracia que aunque sean unos nazis las cruces gamadas de sus brazaletes desaparecen en las escenas exteriores y reaparecen en las que están grabadas en espacios cerrados.

No parecen tener demasiados problemas a la hora de mostrar desnudos integrales femeninos y masculinos.
Para mí que se les fue todo el presupuesto en el Chevy porque las motos que salen son realmente chungas e incluso cuando roban un taxi es un modelo antiguo incluso para la época en la que fue grabada.

Algunos no acaban de comprender el argumento cuando lo único que no está claro es como los moteros dan con el tipo con tanta facilidad cuando se pasan el día emborrachándose.
Además la ponen como lo peor del mundo cuando tiene numerosas muertes, de maneras variopintas además. De hecho el tiro que le pegan en la frente a una que la hace salir volando me ha hecho gracia y todo.

Vale que las actuaciones son bastante pobres, que los desnudos son totalmente gratuitos y que la calidad deja mucho que desear. Sin embargo la cantidad de sangre es notable y (dentro de lo que cabe) los efectos especiales no están tan mal. Aparte la historia no es muy diferente de una película de Chuck Norris o de Charles Bronson y tiene un final perfecto, sin fisuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario