Tres amigos se reúnen para pasar la que será la última navidad juntos. Uno de ellos está a punto de tener un bebé, otro es un deportista profesional y el tercero es quien terminará solo. Pero es precisamente él quien da con unos tickets para una fiesta legendaria a la que intentan ir desde hace mucho tiempo.

La única razón por la que no quería verla es por la aparición de Seth Rogen (Isaac), porque sus películas tienden a tener momentos sin sentido pero resulta que esta vez no es guionista y incluso haciendo lo mismo de siempre (tomar drogas y hablar de pollas) me ha gustado esta vez. Además el momento "judío que la lía parda en una iglesia" me ha parecido genial.

Y por último, pero no menos importante, tenemos a Joseph Gordon-Levitt (Ethan). Aunque su personaje es el más normal (dentro de lo que cabe) protagoniza una de las escenas más locas cuando se enfrenta a dos tipos vestidos de Santa Claus porque están meando en la calle.

El director Jonathan Levine explicó que muchas de las partes cómicas fueron improvisadas. Mientras que el drama tenía un guión pero era más una guía que algo que siguiesen a rajatabla. En esta ocasión funciona porque hay una dosis equilibrada de ambas cosas.
En fin, me ha gustado. No se arriesgan demasiado con el guión pero al menos le podemos ver la polla a James Franco (en realidad es la de un doble).
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