Aquí la titulamos "John Wick: Pacto de sangre".
Tras recuperar su coche, John Wick recibe la visita de Santino D'Antonio quien le recuerda un viejo pacto que hicieron, pero él le rechaza y Santino le destruye su casa. Sin embargo John se verá obligado a realizar el trabajo.
Es curioso porque lo único que podía pensar en la parte final de la película es qué pasó con el coche de John y por qué no fue a recuperarlo. Bien, pues así es como empieza ésta, estaba en posesión del hermano de Viggo así que vemos unos cuantos rusos muertos más. No podía ser de otra manera. Me parece interesante como mantienen a John Wick en las sombras hasta pasados unos 6 minutos.
De las novedades del reparto destacan Ruby Rose (Ares), conocida por "Orange is the new black", y Laurence Fishburne (Bowery King), famoso por "The Matrix" (1999). También la breve aparición de Peter Stormare (Abram), salió también en "Constantine" (2005) junto con Keanu Reeves.
Las monedas de oro que usan los asesinos a sueldo tienen inscritas las palabras "Ens Causa Sui" y "Ex Unitae Vires". Se ven en detalle en el arranque de la película. También aparece el medallón de los pactos de sangre y podemos leer la inscripción "Quod Debitum Sanquine".
Por algún motivo esperaba que esta segunda película mejoraría lo de la sangre falsa, pero no, en la escena del club (sí, repiten escenario) se nota mucho.
He de decir que Ruby Rose haciendo de muda me gusta más. Como dice el dicho "calladita está más guapa".
Otra de las cosas que no me quedó demasiado claro en la primera película es cómo aguantó entero el móvil tras todo el ajetreo. Bien, pues en esta se le rompe.
Repiten también lo de que ponen precio a la cabeza de John. En la primera eran 4 millones de dólares, esta vez son 7. Esto empieza a parecer una película del oeste.
Es gracioso como en cualquier otra película a la que hay un tiroteo o un cadáver la gente se vuelve loca y enseguida aparece la policía sin embargo en esta la reacción es momentánea y los asesinos campan a sus anchas, bueno mejor dicho los cadáveres que va dejando John (que no son pocos).
Una de las cosas que nunca resulta creíble en las películas de acción son los momentos de "balas infinitas". Al menos esta vez en un momento dado el protagonista va cogiendo las armas de los tipos que asesina para poder seguir matando, lo cual me parece lógico.
Hay varias referencias a "The Matrix" (1999). Laurence Fishburne habla de la elección que ha de tomar Keanu, aparecen unas gafas redondas sobre una mesa donde se cambia, la escena en el parque donde todos se detienen cuando alguien dice "now", Ruby Rose va de rojo (como la "chica de rojo" de la simulación)... En la primera película noté también el uso de un filtro verdoso en buena parte de la película (en esta hay mucha saturación y contraste).
Se supone que la escena de la sala de los espejos es un homenaje a "Enter the dragon" (1973) de Bruce Lee. Como tal me parece bien, pero son totalmente diferentes.
No me acaba de gustar que hayan reusado tantas cosas de la anterior película, sí en cambio que den algunas explicaciones a cosas que quedaron un poco en el aire (aunque realmente no eran imprescindibles, como dije la primera tiene un final bastante cerrado). Sin embargo esta secuela termina de manera que irremediablemente habrá una tercera parte. Habrá que verla.
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