Han pasado seis años tras el ataque a la Casa Blanca. El primer ministro inglés ha fallecido y los líderes mundiales se congregan en Londres para ir al funeral. Pero cuando están de camino, cada uno con su propia ruta y grupo de seguridad, son atacados individualmente por terroristas y mueren casi todos ellos. Por suerte Mike está con el presidente de EEUU para protegerle una vez más.

No puedo decir que me entusiasmase la idea de ver una secuela que me pareció entretenida y poco más pero mira, aquí estamos. Y es que ni siquiera el director quiso repetir la experiencia tras leer el guión.

Esta vez Gerard Butler suelta un par de frases muy de Schwarzenegger. Concretamente "Get to the chopper" y "I'll be back".
Tengo la impresión de que la logística detrás de los ataques es demasiado compleja como para ser manejada con frases tipo "lleva todos los hombres a cubrir la embajada". Aunque en un momento dado dicen que hay unos cien terroristas vivos (estimación que no tengo muy claro como la hacen porque apenas han conseguido restablecer el control de las cámaras).

Por cierto, me he fijado en que el papel de Morgan Freeman en ambas películas es estar sentado mirando como pasa todo. En este ya es vicepresidente así que lo clava.

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