Estamos en 1972 en Vietnam. El Coronel James Braddock acude al rescate de unas tropas estadounidenses con su helicóptero. Pero son alcanzados y se ven obligados a seguir por tierra. 10 años más tarde siguen considerados desaparecidos en combate. La realidad es que han sido retenidos como prisioneros y sólo quieren que Braddock firme un papel donde confirma que es un criminal de guerra.
Esta vez el director es Lance Hool. Fue su debut como director, aunque es más conocido como productor de títulos como "Man on Fire" (2004), "Crocodile Dundee in Los Angeles" (2001) y "Flipper" (1996).
Obviamente repite Chuck Norris (Coronel James Braddock). La novedad en el reparto es Steven Williams (Capitán David Nester), conocido por "The X Files" y "Jason Goes to Hell: The Final Friday" (1993), salió también en "Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn" (2020).
La BSO fue compuesta por Brian May, el guitarrista de Queen.
Originalmente iban a usar un animal falso en la escena en la que le ponen una rata en el cuello a Braddock. Mataron a una rata real y Chuck Norris se la puso en su boca, por sugerencia propia.
La producción sufrió retrasos debido a que Chuck Norris se comía los insectos que le ponían encima como "decoración".
El aspecto de Norris es bastante diferente en el arranque de la película al que vimos en la anterior película. Recordemos que las dos primeras partes fueron grabadas simultáneamente. Claro que las cosas cambian cuando pasamos a 1982.
La parte en la que el Coronel Yin lleva a Braddock a su cabaña para convencerle (por enésima vez) me ha recordado mucho a "The Deer Hunter" (1978).
Es curioso como el peor de todos no es el tipo que dirige el campamento sino el traidor, Nester. Pero por lo patético que llega a ser siguiéndoles el juego a los mismos vietnamitas que han matado a un montón de sus compañeros y que se dedican a torturar a los pocos que quedan con vida.
Y en realidad me pregunto si la muerte de todos ellos es castigo suficiente por haberles estado jodiendo durante 10 años.
La película es algo lenta debido a que se centran demasiado en la parte de los vietnamitas haciendo maldades.
Lo mejor es el australiano que va por la selva con su cámara de fotos. Se supone que para encontrar a los soldados que están desaparecidos en combate.
Pero también es verdad que resulta satisfactorio ver a Norris haciendo lo que mejor se le da, matar malos indiscriminadamente y hacer explotar cosas por los aires.
Resulta que sí, la primera parte es mucho mejor en todos los sentidos. En esta tenemos algún momento bueno y un final a la altura. Pero ahora queda una pregunta por responder y es ¿qué pasa en la tercera parte? pero eso será en la próxima entrada.
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