Tras deshacerse de un entrenador llamado Manning los Bears necesitan encontrar a otro. Por suerte ya tienen a un nuevo lanzador llamado Carmen. Están desesperados así que pillan de entrenador al que se dedica a cuidar el campo, uno que es un poco lento, para que sus padres estén tranquilos, en realidad le dejan atrás. El viaje lo realizan con una furgoneta robada. Al llegar allí Kelly consigue convencer a su padre, a quien no ve desde hace tiempo, para que sea su entrenador.
El reparto sufre varios cambios respecto a la primera, tenemos un nuevo entrenador y no regresa Amanda. Tampoco el actor que hizo de Engleburg porque había pegado un estirón y no se parecía demasiado. El nuevo sigue comiendo sin parar.
Esta vez la BSO principal es la obertura 1812 de Tchaikovsky.
En la primera aparición de Manning lleva unos calcetines con la bandera de España.
Me hace gracia que cada uno de los chicos recoja algo de dinero de sus padres, las cantidades varían entre 4 dólares y unos 80.
De repente vuelven a ser unos jugadores patéticos y son incapaces de llevarse bien.
La película original trataba de reflejar algunos de los malos comportamientos de los padres, en esta no vemos explícitamente eso pero sí hay una familia desestabilizada, la de Kelly.
Por lo que he podido entender en los 70 fue una película que caló entre los más jóvenes y es que parece orientada a los preadolescentes estadounidenses. Y eso quizás sea un problema para los más adultos pues no es especialmente buena.
A los ganadores del partido les enviarán a Japón, lo cual sucede en la siguiente y última película de esta trilogía. Veámosla en la siguiente entrada.
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