Antonio Miguel Albajara regresa a Gijón, su ciudad natal, tras ganar el premio Nobel de literatura. Allí se reencuentra con Elena, la chia a la que ha amado toda su vida y de la que se apartó siendo muy joven.
Dirigida por José Luis Garci. Suyas son la trilogía de "El crack" (1981), "El abuelo" (1998) y "Holmes & Watson: Madrid Days" (2012). Aparte de presentar el programa "¡Qué grande es el cine!".
Protagonizada por Antonio Ferrandis (Antonio Miguel Albajara), conocido por las series "Verano azul" y "Don Quijote de la Mancha". Con Agustín González (Gervasio Losada), es un actor que me ha sorprendido mucho por la cantidad de películas en las que aparece aunque yo lo conocía por la serie "Los ladrones van a la oficina".
La voz de Encarna Paso (Elena) fue doblada, algo que no le gustó ni lo más mínimo a la actriz.
Es conocida como la película del Oscar ya que fue la primera película española en ganar uno, en este caso por ser la mejor de lengua extranjera en la 55ª edición.
Según la crítica de aquel momento hubo unas cuantas candidatas anteriores que merecían haber sido premiadas y no lo fueron única y exclusivamente porque fueron hechas durante el régimen franquista, cosa que no gustaba en Hollywood.
La voz del rey Juan Carlos I la puso Pedro Ruiz. Y esto sí que me ha pillado por sorpresa.
Aparecen también Antonio Maceda, el jugador del Sporting de Gijón, y Manuel Vega-Arango, el que era en aquel momento el presidente del mismo club. Se podría considerar como un cameo.
Lo realmente curioso es que debido al año en que fue filmada, osea 1981, el Molinón estaba de reformas por la Copa del Mundo de 1982. Vemos como una de las graderías está siendo ampliada.
La cosa menos creíble es que el protagonista no tenga ni una pizca de acento inglés. De igual manera a Gervasio tampoco le extraña que tenga un acento netamente español a pesar de proceder de EEUU, con su pasaporte y todo.
La BSO se basa, principalmente, en las canciones "Canon in D Major" de Johann Pachelbel y "Begin the Beguine" de Cole Porter.
En la parte final vemos imágenes de San Francisco. El director ha conseguido dar con un cartel de Freixenet en una de las fachadas que aparecen. Ahora que me fijo aparecen los lugares que menciona Gervasio cuando el protagonista le dice que procede de allí.
Entiendo por qué ganó el Oscar si realmente valoramos el aspecto político intrínseco en la historia y las críticas que mencionaba antes.
En esencia el protagonista se vio forzado a irse de España, incluso terminó en un campo de concentración en Francia (durante la Segunda Guerra Mundial) y acabó en México primero y EEUU después. O dicho de otro modo, es una manera de decir que aunque no se opusiera al régimen franquista de manera abierta (eso se intuye por una de las conversaciones) sí que era problemático el que se quedase en España.
Su regreso, en cambio, es más un decir adiós al lugar que le vio crecer que un acto que tenga que ver con la política. De hecho no tiene sentido que sea visto así pues sucede 6 años más tarde del final del franquismo.
Pero en todo caso es una historia muy bonita, aderezada con un poco de comedia y la alegría de una persona que ha podido despedirse de aquello que más anhelaba antes de la hora de su muerte.
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