Dos atracadores llamados Tocho y Leandro entran en un estanco de Vallecas. A pesar de que amenazan con una pistola a Doña Justa, su dueña, ella se niega a darles nada. De repente aparece su sobrina Ángeles. De repente los vecinos se dan cuenta de lo que está sucediendo y sólo hay una salida. De repente llega la policía y carga a porrazos contra los ciudadanos.
Basada en la novela del mismo título escrita por José Luis Alonso de Santos y publicada en 1981. Fue adaptada como obra de teatro ese mismo año.
Dirigida por Eloy de la Iglesia. De las películas que ha dirigido he visto sólo "La semana del asesino" (1972), "Navajeros" (1980) y "El pico" (1983), aunque esta última apenas la recuerdo.
Del reparto destacan Emma Penella (Doña Justa), conocida por "Aquí no hay quien viva". José Luis Gómez (Leandro), salió en "La piel que habito" (2011). José Luis Manzano (Tocho), a quien vimos en "Navajeros" (1980). Maribel Verdú (Ángeles), salió en "El laberinto del fauno" (2006). Y Fernando Guillén (Maldonado), salió en "Acción mutante" (1993).
En los créditos iniciales dan las gracias a varios grupos de personas, me hace gracia que mencionen a los del "Trueno Azul". Es una referencia a la película "Blue Thunder" (1983).
La canción que suena es "La estanquera de Vallecas" de Patxi Andión. A lo largo de la película suena una versión instrumental.
Mencionan a "Los hombres de Harrelson", la serie policíaca de los años 70.
Vemos las tetas de la Verdú en un par de escenas, pero sin llegar al desnudo ni tampoco se recrean en ello. La época del destape hace mucho que terminó cuando salió esta película, también la del cine quinqui. El enfoque es más un drama social donde pobres tratan de robar a otros pobres y así lo reflejan los diálogos.
Además de la crítica a la clase política, que se aprovechan de cualquier cosa que tenga un cierto impacto mediático para salir en la foto. Encima todo sucede en medio de una campaña electoral.
Más que síndrome de Estocolmo lo que yo diría que sucede es que se dan cuenta de que esos dos atracadores podrían haber sido perfectamente sus vecinos. Aparte que acaban cogiéndoles cariño a medida que les conocen mejor.
Y hablando de vecinos lo que más destaca es la manera en la que se encaran a la policía, o mejor dicho a las figuras autoritarias, porque el lugar donde viven está lleno de delincuencia y drogas y nadie hace nada al respecto.
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