Luis no quiere hacer la mili y su familia se preocupa mucho por él. Su padre se enfada y le lleva para alistarle, pero él la lía y al final discuten.
En el reparto tenemos a Maribel Verdú (Marta Ocón Cabezuela), Juan Luis Galiardo (Francisco Calleja), María Garralón (Luisa Perales), Luis Escobar (Víctor Perales), Amparo Baró (Lola) y José Luis López Vázquez (Manuel Ocón).
Pertenece a la época en la que alcanzados los 18 años de edad sólo tenías dos opciones, o bien hacer el servicio militar (o mili) o declararte insumiso, lo cual podía conllevar hasta penas de prisión. En realidad existía una tercera vía, que es por la que opté yo, podías pedir prórrogas por ser estudiante, pero aún así había un tiempo límite (no recuerdo cuántos años eran).
La cosa es que yo me libré de la mili porque justo cuando me iba a caducar la prórroga la mili dejó de ser obligatoria. Pero tampoco la hubiera hecho porque en mis tiempos podías declararte objetor de conciencia, lo cual conllevaba un año de servicios en la Cruz Roja.
Digamos que muchos jóvenes al alcanzar los 18 no se sentían especialmente felices de tener que hacer la mili y que las alternativas no eran demasiado atractivas precisamente, así que es normal que algunos se rebelasen en contra. De eso trata esta película.
El protagonista lo tiene realmente jodido desde el momento que la mitad de su familia es militar. Aunque de todos la que más gracia me hace es su hermana, que se indigna pero a ella seguro que no la llaman a filas por ser mujer.
Tiene uno de los finales más tristes que recuerdo.
El mensaje es bien claro, la inutilidad del servicio militar obligatorio para aquellos que no "se sienten soldados". Hoy en día es algo estúpido pues es voluntario, pero para los que lo vivimos no resultaba una idea demasiado alentadora precisamente.
De todas maneras vemos lo cerrados de mente que son los militares de alto rango y como tapan sus escándalos de la manera más patética posible mostrándolos como actos de valentía y sacrificio por "la patria". Es todo tan estúpido.
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