Se acerca el 65º cumpleaños de William Parrish, su hija Allison es quien lo está organizando todo. Mientras tanto su otra hija, Susan, está saliendo con Drew, pero tiene dudas, especialmente tras conocer a un hombre en un café. William oye voces y su corazón es débil.

En el reparto tenemos a Brad Pitt (Joe Black), Anthony Hopkins (William Parrish), Claire Forlani (Susan Parrish), Jake Weber (Drew) y Jeffrey Tambor (Quince).
Está basada ligeramente en la película "Death Takes a Holiday" (1934).
Es la película que contiene la mejor escena de atropello que he visto nunca. Además te pilla completamente por sorpresa. Hasta ese momento parece la típica escena de una comedia romántica.
El nombre de William Parrish es un juego de palabras con "will perish", osea "va a morir".

Para mí es el mejor papel de Anthony Hopkins después de Hannibal Lecter en "The Silence of the Lambs" (1991).
Algunos de los planos sobrevolando la ciudad me recuerdan a "Blade Runner" (1982).
Está cargada de grandes escenas como cuando Joe prueba la manteca de cacahuete por primera vez o la reunión en empresa o cuando la señora mayor reconoce a la muerte cuando ve a Joe.
Por cierto, Joe nunca dice que es la muerte y sólo emplea su nombre una vez se lo pone Will.
Me acabo de percatar de que esta película dura 3 horas. No sé cuántas veces la habré visto pero nunca se me hace larga. De hecho hubo alguien que pensó que sería una buena idea editarla para que durase tan sólo dos horas al emitirla por televisión, cosa que al director le gustó tanto que exigió que retirasen su nombre de los créditos y pusieran el típico "Alan Smithee".

Es una película para reflexionar sobre el sentido de la vida, con mucho romance y la muerte comportándose como un niño que no sabe absolutamente nada de nada. Una combinación peculiar, desde luego, pero que funciona muy bien, en buena parte gracias al reparto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario