Las prisioneras Nami Matsushima y Yukiko Kida tratan de escapar pero las cogen antes de que lleguen lejos. Nami ha sido encerrada tras intentar asesinar a un policía corrupto que la engañó y quiere salir de allí para poder vengarse.

Durante los créditos de inicio aparecen un montón de prisioneras desnudas siendo castigadas a hacer ejercicios físicos. Lo cual es aún más llamativo dado que todos los guardias son hombres.

A las fugadas las castigan con aislamiento, lo cual me parece normal, pero es que también las atan al más puro estilo bondage y además Yukiko está con la ropa desgarrada y un pecho fuera.
Adoptan muchas técnicas teatrales. Por ejemplo un escenario rotatorio o algún maquillaje inspirado en las máscaras Kabuki. También el uso de las luces, juegan mucho con ellas para crear ambientaciones en ciertos momentos.

La verdad es que me esperaba unas torturas un poco más... dolorosas por parte de los guardias. Ni siquiera las palizas son mostradas de forma realista. De hecho lo peor de su estancia en la celda de aislamiento es cada vez que llega la presa con su comida y acaba sufriendo su venganza bien pronto.

La verdad es que para ser una prisión modélica (tal y como dicen en el arranque de la película) su manera de sofocar el motín es de lo más penoso. No sólo matan a algunas de las presas sino que encima pierden a algunos hombres en una de las estrategias más malas posibles y encima todo viene porque las torturan brutalmente. ¿Qué esperaban que sucediera? y aún tienen suerte porque se moderan las presas, podrían haber hecho una escabechina con toda facilidad.

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