9 de Abril de 1865, Abraham Lincoln es asesinado por John Wilkes Booth. Tras ello huye pero se ha roto la pierna y ha acude al Doctor Samuel A.Mudd para que le cure. Eso hará que cuando investiguen lo sucedido su nombre pase a formar parte de los asociados de Booth y le condenen a cadena perpetua.

He de decir que es una parte de la historia estadounidense que desconocía por completo. Bueno, lo del asesinato de Lincoln no, obviamente, sino lo que sucedió tras la muerte de su asesino. Y es realmente fascinante ver lo que una jauría de gente enfurecida es capaz de hacer.

Es interesante el apartado musical, está compuesto íntegramente por canciones populares en diferentes versiones instrumentales. Lo cual es muy interesante porque incluso hacen uso de una canción navideña para uno de los momentos más tristes y queda bien.

Los tiburones hacen aparición a los 40 minutos más o menos, se encuentran situados en un foso que rodea la prisión. En el breve momento en el que los podemos ver por primera vez se puede apreciar que son de un tamaño mediano, tirando a pequeño. Aunque es difícil saber qué raza son. Durante la huida vuelven a salir y se ve que son un montón, pero de nuevo no se aprecian en detalle.

Una gran historia de injusticias pero con un final feliz. Aunque no sea una película de tiburones per se al menos la he disfrutado bastante.
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