El capitán Jeffrey White está esperando a su hijo Ted tras 12 años sin verle. Una vez salen de puerto descubre que no es precisamente un lobo de mar y su inexperiencia hará que Ramón, uno de la tripulación, y su padre terminen malheridos y se ven obligados a regresar al puerto para que les curen.

El cocinero se hace apodar "Maestro" y es el personaje graciosete de turno, en parte porque se dedica a beber tequila siempre que tiene ocasión.

Como todo lo que sale los tiburones son reales (o al menos lo parecen). Son pequeños pero no por ello menos peligrosos. En un momento se les ve capturarlos en abundancia.
En realidad no muestran demasiado bien las heridas causadas por los ataques de tiburón, sólo vemos que les opera un doctor, el resto del tiempo están cubiertos por una manta o algo similar.

Tiene un poco de todo y para el año en que fue hecha sorprende ver tantos tiburones (reales además). La historia además está muy bien, bastante básica pero al menos todo tiene sentido. Curiosa de verdad.
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