El remake indio de "Death Wish 4 :the crackdown" (1987). También conocida como "Mohra". El título se traduce como "Peón".
Vishal Agnihotri está en prisión por haber asesinado a cuatro personas. Una periodista llamada Roma Singh a la que acaba de salvar le pide que le cuente su historia y así lo hace. Tras escucharla ella decide que es inocente y hace todo lo posible para que le liberen.
Tiene una duración cercana a 3 horas, aunque es lo más normal en el cine de la India dado que suelen incluir diversas canciones.
Otra de las cosas que copian es la música de fondo basada en la BSO de "Terminator 2: Judgement Day" (1992). También usaron una mezcla de la canción "I Feel You (Babylon Mix)" de Depeche Mode para algunos combates.
Agarraos que vienen curvas. El primer combate es a bofetada limpia con soniditos para amplificar las leches, parece un videojuego. O más bien una película de Bud Spencer y Terence Hill, es para mearse.
Aparte el malo es un tipo muy muy malo que se trata de violar a la hija del carcelero. Porque es muy malo. Y muy cachas. Mucho. Y el bueno aparece en un halo de luz como si fuese una intervención divina. No llevo ni 10 minutos y estoy pasándomelo en grande.
La parte en la que drogan a la chica para violarla también tiene tela, parecen villanos de algún serial matutino. Para enfatizar aún más que son malos esnifan cocaína antes de pasar al ataque.
En un momento dado aparece un ciego tocando un piano. Lo que suena no va ancorde con las teclas que está pulsando. Se nota mucho, vaya.
La historia viene a ser más o menos la misma que la película de Bronson con notables diferencias. Para empezar el vigilante no usa armas de fuego, más bien prefiere las peleas mano a mano y el cuchillo aunque comete toda una variedad de asesinatos.
Luego hacen más latente el enfrentamiento entre el policía encargado del caso y el vigilante, incluso están conectados porque la periodista que consiguió liberar al vigilante empezó a salir con el policía y eventualmente incluso se comprometen.
Tiene algún momento cómico, que suele recaer en el compañero del policía. Aunque trabaja para uno de los mafiosos como en la original.
Los momentos musicales que mencioné antes están un tanto fuera de lugar, como suele suceder, y alargan enormemente una historia que no es precisamente corta. Sin ellos sería una película larga (pero no aburrida).
Abusan hasta la saciedad de los objetos que se rompen fácilmente durante las escenas de acción. Sillas, mesas, cristales, puertas, paredes... de todo.
En el enfrentamiento final los disparos de los buenos suenan como si fueran pistolas láseres. Las del malo suenan normal. La magia del cine. Pero vamos, el sonido más estúpido de toda la película es un grito que se oye cada vez que sucede algo sorprendente, a veces varias veces seguidas.
Y el final es de risa, el malo obligando al poli bueno a hacer cosas ridículas como refregar su cara por el suelo o bajarse los pantalones. En serio.
En fin, queda un remake más que es la razón por la que decidí ver estas películas, me espero lo peor.
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