紅の豚 (1992)

También conocida como "Porco Rosso". El título original se traduce como "El cerdo rojo".

Marco Pagot (aka Porco Rosso) es un piloto que se dedica a atrapar maleantes con su hidroavión. Varios grupos de piratas deciden unirse para contratar a un americano con un avión muy rápida para derribarle y lo consigue, aunque es solo de forma temporal.

El Studio Ghibli pasa por ser el más reverenciado a nivel internacional y sus producciones están entre las mejores valoradas en cuanto a animación. Lo cual supone que cada uno de sus títulos es un acierto, incluso sin haber oído hablar de él previamente.

Aunque este no es el caso para mí, de hecho la vi más o menos en la época en la que salió y posteriormente me hice con ella, aunque no estoy seguro si fue en VHS o en DVD, pero da igual.

La película empieza con un texto escrito en 10 idiomas diferentes, entre ellos el español. Y cometen un error bastante grave, en vez de "siendo" pone "ciendo" y la redacción está bastante mal. Concretamente nos advierte de que la película trata sobre un cerdo que vuela luchando contra los piratas del aire en la era de los hidroaviones.

El nombre de "Porco Rosso" es porque el protagonista lleva un avión de color rojo con una bandera italiana. Aparte lo de que sea un cerdo se debe a algún tipo de maldición (no dan más detalles).

Uno de los detalles cuando reconstruyen el avión es que en el motor está escrita la palabra Ghibli.

Algunas escenas son realmente increíbles, por ejemplo en el primer vuelo del nuevo avión vemos como va a baja altura y va pasando el paisaje a toda velocidad. No quiero ni imaginarme como llegaron a concebir esa parte.

Juega con el realismo lo justo como para que siga siendo un dibujo animado. Y realmente ves un mundo vivo alrededor del protagonista con todo tipo de personajes. Además si te paras a mirar en detalle las calles, por ejemplo, se ven carteles rotos escritos en italiano en contra del fascismo.

Por poner algo negativo, el diseño de los personajes no es muy diferente de otras películas de la productora, aunque en mi opinión eso hace que tengan algo en común pues son historias muy diferentes situadas en sitios basados en fantasía incluso.

En fin, Ghibli es una apuesta segura si quieres ver buen anime. A mí nunca me ha defraudado, aunque hay títulos que me gustan más que otros. Este en concreto es uno de los más entretenidos y memorables. De vez en cuando apetece ver algo así para olvidar lo mal que está el cine moderno.