Año 1930, Chicago. Estamos en plena época de la prohibición de venta y consumo de alcohol sin embargo Al Capone se dedica a distribuirlo imponiendo su venta con el uso de violencia si lo ve necesario. Eliot Ness ha llegado al departamento de policía para detenerle, aunque no será nada fácil.

La dedicación al detalle de De Niro en sus personajes nunca deja de sorprenderme. En esta película buscó a los mismos sastres que le confeccionaron la ropa a Al Capone para que le hicieran trajes idénticos. Incluso la ropa interior de seda era la misma.

La Paramount quería hacer esta película porque aún poseía los derechos de la serie de televisión de finales de los 50. Sin embargo Brian de Palma, el productor Art Linson y el guionista Davin Mamet decidieron no seguir la historia de la serie y crear una totalmente nueva basada en hechos reales.

En la vida real Al Capone impuso una ley de no violencia entre sus hombres con los "intocables". De hecho lo único que trató de hacer es comprarlos varias veces.
La escena del bate está basada en hechos reales. Al Capone invitó a todos sus socios para cenar, entre ellos habían dos que conspiraban para asesinarle, él sacó un bate y les dio una paliza, tras ello les pegó un tiro en la cabeza a cada uno. Aunque hay una versión que dice que fue uno de sus matones quien lo hizo.

Un cambio respecto a la realidad es que Capone y Ness nunca se vieron cara a cara, como sucede en la escena del juzgado.

Todos los policías o agentes federales que salen bebiendo alcohol en pantalla son muertos.
Es una película ideal para volver a ver pasado un tiempo. Contiene la cantidad justa de violencia y la historia se aproxima lo suficiente a lo que sucedió realmente.
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