El título se traduce (más o menos) como "Mujer escorpión, cárcel 41ª".
Nami Matsushima lleva un año encerrada en una celda de aislamiento tras haberse fugado y asesinado a quienes le tendieron la trampa por la que terminó encerrada. El director de la prisión se ve obligado a sacarla para que pueda verla el Inspector.
La secuela no se hizo esperar. De la primera repiten el director, la protagonista y el director de la prisión.
La canción que interpreta la protagonista (Meiko Kaji) titulada "Urami-Bushi" fue usada por Quentin Tarantino en "Kill Bill vol. 1" (2003) y su secuela. También apareció en la primera película de esta serie pero se me pasó comentarlo.
El inspector que sale al principio es el mayor gilipollas del mundo. Lo cual hace que resulte especialmente cómico cuando se mea encima.
En la primera el castigo que recibe la protagonista por el simple hecho de intentar matar a un tipo que la engañó es desproporcionado. En esta lo multiplican por mil. Aparte esa fijación del alcaide con ella es insana, es obvio que no va a terminar bien la cosa desde bien temprano.
No tiene sentido alguno que vistan a cuatro guardias como monjes (?) con medias en la cabeza y los dejen sueltos por dentro de la zona donde están trabajando las presas para que violen a la protagonista mientras el resto simplemente miran. ¿Se supone que son 4 tipos que se han colado?, ¿quieren dejar claro que son guardias anónimos? no lo entiendo, la verdad.
Oh, pero es que va a más, luego mientras las están transportando de vuelta a la prisión algunas se dedican a pegarle patadas porque no luchó mientras la violaban. Esto me supera. Quizás forme parte de una estratagema para poder huír, pero lo dudo muchísimo.
En realidad al final de la primera película no queda nada claro cómo consiguieron atraparla. De hecho da la impresión de que ella se entrega, pero eso no tiene demasiada lógica porque está claro que el alcaide y los guardias de la prisión se la tienen jurada, como bien vemos en esta película.
De nuevo sale una escena de sexo lésbico, aunque bastante breve. Da la impresión de que sea sólo para recalcar que es algo que sucede en las cárceles de mujeres.
La crueldad gratuita con unos perros a los que matan para comérselos y de un niño para que la madre confiese son quizás las dos partes más fuera de tono.
Hay un par de momentos en los que el sonido se corta de forma intencionada para enfatizar el drama más aún. Aunque no por ello quedan menos raros.
Ella se venga a base de bien de todos los que le han hecho algo a medida que avanza la película, no es que de repente huya y empiece a matar gente como en la primera, es algo bastante más complejo. Y quizás eso sea lo más positivo que puedo decir de esta segunda parte.
El final podría ser conclusivo, perfectamente, pero decidieron hacer más partes. Pasemos a la tercera película.
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