lunes, 16 de diciembre de 2019

Serpiente de mar (1985)

También conocida como "Hydra".

Durante unas maniobras un avión tiene una serie de problemas y se ven forzados a lanzar una bomba de gran potencia en el mar. Pero sin saberlo han despertado a una serpiente gigante que vive bajo el agua. El problema es que el primero que la ve es un capitán de barco conocido por ser un borracho y no le creen.

Dirigida por Amando de Ossorio, aunque firmó como Gregory Greens. Fue también el guionista bajo el nombre Gordon A. Osburn. Fue su última película como director.

Del reparto destaca Ray Milland (Prof.Timothy Wallace), salió en "Dial M for Murder" (1954) y en "X" (1963).

El muñeco es bastante cutre aunque al menos lo han hecho a tamaño real para poder hacer escenas como la que se come a una mujer.

Me recuerda vagamente a "Amphibious 3D" (2010), de hecho me pregunto si Brian Yuzna llegó a verla

La historia va tomando un tono que roza la estupidez absoluta. Repiten lo de que nadie cree la historia del monstruo hasta hacerlo aburrido. La peor parte es la del científico donde no se cree absolutamente nada hasta que lee un titular de un periódico y cambia de opinión.

Por otra parte los ataques del bicho son frecuentes y suelta unos gritos estridentes bastante molestos, aunque en cierta manera me gustan porque le dan un carácter más monstruoso.

Atentos a la breve aparición de Víctor Israel (Porto), un actor español secundario muy conocido.

La escena de los barcos explotando en el muelle es la más cómica de todas. Un pequeño fuego se va extendiendo y tal y como toca un barco estalla, pero lo hacen uno a uno y resulta muy gracioso.

Dicho lo cual, hacen uso de diversas miniaturas. Los barcos serían un ejemplo, otro es el tren al que se le cae un vagón de combustible.

Uno podría pensar que en los 30 años que se lleva con "Gojira" (1954) hubiera mejorado notablemente la filmación de miniaturas. Pues no, o al menos las de esta película no son excesivamente realistas.

Termina de manera que podría dar pie a una secuela. Creo que nunca la tuvo. Mejor dicho, espero que no la tuviese.

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