Seguimos con la tercera película.
Una modelo llamada Noemi pregunta por una amiga llamada Kathy y le explican que se encuentra en un barco en medio del Atlántico para hacer un ardid publicitario con otra chica. Cuando se ponen en comunicación con ellas descubren que han encontrado un antiguo navío.
Una característica peculiar de estas películas es que incluyen personajes con nombres ingleses, pero están interpretados por españoles. Imagino que es para poder venderlas mejor en el mercado internacional.
Del reparto destaca el nombre de Bárbara Rey (Noemi). Salió en títulos como "La escopeta nacional" (1978) o "Piccole labbra" (1978).
No es una mala idea lo de variar la historia hacia algo más náutico. Las ruinas usadas en las dos primeras películas empezaban a aburrirme. Más aún teniendo en cuenta que decidieron no darle demasiada continuidad a la historia, cosa que aquí no es necesario.
Los no muertos hacen aparición pasada media hora. Son prácticamente iguales que en las anteriores partes, aunque al estar en un galeón no van a caballo.
Explican que los caballeros de Oriente es una orden de templarios excomulgados, lo cual hace que concuerden los nombres que reciben en castellano y en la versión doblada al inglés (qué apañaos).
Es interesante que mencionen los exorcismos como "una forma de hacer retroceder al demonio" ya que "The Exorcist" (1973) había salido un año antes. Aunque lo único que hacen es prender fuego a una cruz de madera, cosa que funciona porque como habíamos visto anteriormente les asusta el fuego.
Me ha gustado que el reparto sea tan pequeño, eso hace que las muertes sean espaciadas pero también que haya menos posibilidades de que alguien sobreviva.
La escena final me ha recordado "Shock Waves" (1977).
En fin, no es una gran película pero al menos se esforzaron en hacer algo diferente que ya es. Queda una más de las que dirigió Amando de Ossorio.
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