Libby ha entrado a trabajar en una tienda de ropa llamada CCC. Su nuevo producto son unos vaqueros que se adaptan a tu cuerpo por sí mismos. De repente dos empleadas desaparecen y encargan a Libby la tarea de buscarlas.
La comparan con "Rubber" (2010).
La CCC tiene mucho de Benetton. Sus empleados... no sabría decirlo. Cada uno tiene su forma realmente rara de ser.
Lo que más me atrajo de esta película es el concepto de unos pantalones vaqueros asesinos. Y es exactamente lo que sucede, chorrazos de sangre incluidos.
A pesar de lo simple y poco original que pueda parecer el argumento ("algo mata a la gente con la que entra en contacto") tiene muchas cosas que me gustan. Por ejemplo el uso de las imágenes de las cámaras de seguridad, que los pantalones sean agresivos incluso cuando no se los ponen, el logo que va cambiando a medida que mata...
También la actitud del jefe cuando van descubriendo los cadáveres.
Tiene bastante mensaje social, aunque no sea nada nuevo. La gran corporación que emplea a menores en países del tercer mundo para fabricar sus productos, en este caso ropa, y así sacar aún más beneficio. Pero claro, en esta ocasión están engañando a todo el mundo, o quizás no, igual simplemente la gente prefiere ignorar la realidad.
Durante los créditos finales vemos cómo grabaron la escena de los pantalones bailarines y algunas tomas falsas. Al final también hay una escena extra.
En todo caso podría dar pie a una secuela, aunque no sé hasta qué punto podría ser interesante. Me gusta la idea de un pantalón solitario asesino, no tanto que sean un montón. Un poco lo que me pasa con las dos primeras de "Alien" (1979).
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