Estamos en Chicago, en Cabrini-Green, la zona marginal en la que apareció Candyman años atrás. Anthony McCoy y su novia Brianna Cartwright acaban de adquirir un apartamento allí. Él es un pintor que lleva un tiempo sin crear nada. El hermano de ella les narra una historia sobre una tal Helen Lyle y decide investigarla a fondo.
Dirigida por Nia DaCosta. Es su primer título grande aunque el año que viene estrenará "The Marvels" (2023).
Originalmente iba a dirigirla Jordan Peele, pero al final fue sólo productor y coguionista. Clive Barker, en cambio, no tuvo ninguna implicación esta vez.
De la película original reaparecen brevemente Tony Todd (Candyman) y Vanessa Williams (Anne-Marie McCoy) retomando sus papeles. Virginia Madsen (Helen Lyle) aparece también pero en una fotografía de un periódico y se oye su voz en unas grabaciones.
Es considerada una secuela directa de la primera película. Algo que está demasiado de moda, ya lo hicieron con "Halloween" (2018).
Todos los logos de las productoras al principio de la película se ven como si estuvieran reflejados en un espejo.
Los créditos de inicio muestran la ciudad desde el suelo enfocando hacia el cielo, justo lo contrario que sucedía en la primera película.
La película se ve acompañada a ratos por una animación hecha con recortes usando luces y sombras, la misma que vimos en el cortometraje previo.
Durante el rodaje hubo una plaga de abejas, curiosamente.
La historia que cuentan de Sherman, la del caramelo de Halloween que tenía una hoja de cuchilla, es otra leyenda urbana. De hecho en la primera película salía una. La historia de su asesinato es la misma que la primera que vimos en el cortometraje.
Sinceramente, lo que más me está gustando de la película son las escenas exteriores. Son impresionantes. También la mayoría en las que aparece Anthony solo.
El primer asesinato de Candyman sucede a la media hora, más o menos, y es genial. Para hacerlo aún más paranormal él aparece sólo en el reflejo de un espejo y mata sólo a la persona que ha dicho su nombre. Bueno, luego se carga al otro que está con ella, pero sólo le vemos en los reflejos.
Tras el asesinato de la tipa, cuando Anthony sale corriendo del restaurante, vemos al de la lavandería leyendo un libro de Clive Barker titulado "Weave World".
Mencionan a Samuel Evans (el que arrastraron con una camioneta) y a William Bell (el que lincharon en los años 20), son dos personas reales que aparecen en el cortometraje. Al igual que Daniel Robitaille, el Candyman de la primera película, esa parte la acompañan con las mismas imágenes que salen en el corto.
Para darle un poco más de dramatismo no muestran la cara del policía que realiza los disparos en la parte final. Sin embargo todos los que salen son blancos.
Durante los créditos finales vemos el cortometraje ordenado de otra manera y con unas cuantas escenas extras.
Me gusta más el concepto que hay detrás de la historia que la película en sí. Lo que se ve tanto en el corto como en los créditos finales me parece mucho más interesante que un montón de muertos a los que apenas conocemos y que encima mueren fuera de cámara casi siempre. También me gusta como han realizado la conexión con la primera película.
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