domingo, 20 de febrero de 2022

Un vampiro para dos (1965)

También conocida como "La mansión de los vampiros".

Pablo Pardo está multiempleado, es revisor del metro de Madrid, vigilante de una obra y árbitro. Su esposa se llama Luisita y trabaja en el Metro vendiendo billetes. Pero no pueden verse apenas por la diferencia de horarios por ello se comunican mediante cartas. Así que se marchan a Düsseldorf, Alemania, para que les coloque un tal Felipe, pero al llegar allí descubren que él se ha vuelto a España. Por suerte encuentran un empleo juntos.

Con Gracita Morales (Luisita), es más que probable que vea más películas suyas en el futuro. José Luis López Vázquez (Pablo Pardo), podría decir lo mismo de él. Y Fernando Fernán Gómez (Baron de Rosenthal), me sorprende que no sea el director.

Durante los créditos de inicio vemos de pasada un par de carteles de la película "David and Lisa" (1962). Vemos en un periódico anunciada "La pícara soltera" (1964).

En otro periódico hablan del triunfo del Betis contra Las Palmas por 2-0, es el partido de liga jugado en noviembre de 1964 y del partido del Barcelona contra el Zaragoza que quedaron 3-3.

También se ven carteles publicitarios de varios productos, me ha llamado la atención especialmente el de Coca-Cola ya que está escrito con una fuente normal, no con la típica.

Además es una escena grabada en primera persona, algunos personajes incluso interaccionan con ella, y también escuchamos la voz de quien representa.

Me encanta como van perdidos de un lado a otro por el Aeropuerto del Prado. Mucho "de Madrid" pero son tan paletos como el resto a la que salen de casa, o peor incluso. De hecho todo el viaje hasta Alemania es para verlos.

Es otra película más que reflejaba la necesidad que tuvieron los que lo estaban pasando mal para irse a un país extranjero como Alemania, Francia o Suiza. Claro que siempre con el espíritu de que "como en España en ningún lado".

Me hace gracia que justo den con el taxista que estuvo en la Guerra Civil con la Legión Cóndor, en África, en Estalingrado y en un gulag de Siberia.

Al llegar a la casa la parejita son recibidos con un carro tirado por dos caballos, similar al que sale al principio de "Dracula" (1931). También es parecida la escena de la entrada y cuando se conocen al barón.

Resulta muy conveniente que casi todos con los que hablan en Alemania sepan español, en mayor o menor medida.

Al igual que en "Manicomio" (1954) Fernando Fernán Gómez se dirige al espectador directamente. En esta caso para decir que siempre se le olvida que no puede reflejarse en un espejo al ser vampiro. Vemos que vuela y duerme en un ataúd que se abre sólo mientras suena como si fuera una caja de música.

El barón tiene un criado que se convierte en perro, en un pastor alemán. Claro. Como curiosidad el nombre del perro es Wolf pero en la vida real es Sultán. Originales como ellos solos.

Jajaja, Luisita dice que el baño es "como el de Cleopatra Taylor".

En la primera comida que le preparan le hacen sangre frita con cebolla y de beber sangría.

No sé si considerarlo un "product placement", parece deliberado desde luego, pero durante su primera cena sobre la mesa hay dos latas de Heineken. Parece que sean de alubias. También beben chinchón y fuman en la mesa.

La frase "hay veces que un caballo ha seguido con las tripitas fuera" mientras le cuentan al barón cómo es una corrida de toros es bastante perturbadora, especialmente por la naturalidad con la que la dicen.

También tiene tela la de "duermen juntos, como gitanos".

Es absurdamente divertida. Me ha recordado un poco a "Aquí huele a muerto... (¡pues yo no he sido!)" (1990), pero me ha hecho más gracia a pesar de que los efectos especiales son realmente cutres, por ejemplo los murciélagos son peluches.

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