Estamos en Segovia. Eudosio es detenido por el robo de un maletín, pero en realidad él no lo había robado, se lo acababa de dar un desconocido. Terminan encerrándole en la cárcel. Allí conoce a Carlos, otro que dice ser inocente, y se hacen amigos. Al salir se va con él a Madrid pero no tienen donde vivir.
Protagonizada por José Isbert (Eudosio), conocido por "El cochecito" (1960) y "El verdugo" (1963). Y Juanjo Menéndez (Carlos), conocido por la serie "Ninette y un señor de Murcia", salió en "La loca historia de los tres mosqueteros" (1983) y "Sor Citroen" (1967).
La escena en la que le dan un duro a Eudosio y de repente llega un guardia y casi les pone un duro de multa por pedir es para mearse. Claro, los pobres necesitan que les multen y les quiten lo poco que pueden ganar. Tiene tanto sentido como que metan a alguien en la cárcel sin pruebas. Creo que la crítica está bastante clara.
Carlos piensa que ya que les consideran ladrones lo mejor que pueden hacer es robar. Pero no es tan fácil porque ambos son demasiadas buenas personas (y bastante torpes).
Es una dualidad del hombre que es bueno por naturaleza y es incapaz de hacer nada malo (también algo tonto) y el que sólo piensa en hacer maldades y arrastra al otro en sus planes (y es demasiado inteligente, o eso cree).
La persecución final es una gran escena. Aunque la resolución final de la historia es bastante acelerada, pero tampoco hace falta contar más.
El mensaje de la película es que no importa si uno es inocente o no, en el caso de ser acusado lo único que te libra es que puedas demostrarlo. No es excesivamente diferente a lo que sucede hoy en día. También que la vida del delincuente es efímera, lo mejor es seguir el camino recto, encontrar un trabajo e ir aguantando hasta poder salir del hoyo.
Es otra película más que retrata la sociedad española desde el punto de vista de los que están peor. Me fascina la cantidad de títulos que hay así, especialmente de los años 50 y 60.
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