En 1945 tras terminar la guerra Adolf Hitler y Hideki Tojo fingieron sus muertes, en realidad huyeron con un submarino a Ghana junto con Horse-man Goering donde se ocultaron hasta la épcoa moderna. Gracias a sus conocimientos de karate y a sus superpoderes arios consiguen someter a los lugareños. Pronto consiguen formar un ejército de ghan-arios.
Hitler está desquiciado. Goering es un negro calvo. Y Tojo es un salidorro.La película trata de dar una respuesta al conflicto milenario sobre qué es mejor si el kung fu de Honk Kong o el Karate de Japón. Y encima hago un pareado, maravilloso.
Creo que lo más gracia me hace es que cuando convierten a un lugareño en un ghan-ario se le pinta automáticamente la cara de color blanco. Es el blackface inverso.
La película tiene grandes momentos, sin duda. He de decir que lo que más me gusta es la canción que se repite en infinidad de ocasiones en la que no paran de decir el título de la película. Y como pronuncian en inglés, es para mearse.Ojo que a pesar de ser algo totalmente ridículo sigue mucho el estilo de cine de artes marciales de Hong Kong como el enfrentamiento entre dos escuelas con técnicas muy diferentes, el maestro borracho, el maestro tullido, el entrenamiento que dura días y días...
Definitivamente en esta vida hay pocas cosas peores que Adolf Hitler mate a tu maestro de artes marciales y luego te quite la novia.
En la parte final hacen el torneo a muerte, que viene a ser un "Mortal kombat" con fatalities y todo. Entre los participantes tenemos a un luchador enmascarado llamado Señor Machismo. No se le puede pedir más a esta película.Por cierto contiene mucho product placement de una bebida llamada Adonko Bitters, que proviene de Ghana.
Me esperaba algo realmente cutre y ha resultado una película llena de pequeños detalles y referencias con la que he disfrutado bastante.
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