También conocida como "Return to the 36th Chamber".
El dueño de una fábrica textil ha contratado a unos manchurianos para pagar un 20% menos a sus empleados y tenerlos controlados. Los trabajadores deciden usar a un timador para que se haga pasar por un monje shaolin.
La primera secuela salió un par de años más tarde. Durante los créditos de inicio vemos pinceladas de las nuevas maneras de entrenarse en la cámara 36.
Aunque repite el actor principal de la primera película no interpreta al mismo personaje. Aunque repite algunas de sus frases y gestos. De hecho sí aparece el personaje principal de la primera pero interpretado por otro. Qué lío.
Así como la anterior se centraba en momentos trágicos y las artes marciales, ésta tiene un alto contenido cómico y algo de dramatismo.
La parte cómica no sólo recae en el personaje que se hace pasar por el monje sino también un tipo que tiene una pinta muy ridícula porque lleva unos dientes falsos enormes y una verruga negra en la frente.
No retoma exactamente la historia aunque eventualmente reaparece la cámara 36.
Se llega a hacer aburrida, en especial la parte en la que el protagonista se dedica a tirar una roca dentro de un pozo de agua para lavarse la peluca. Aunque forme parte de un "entrenamiento" podrían haberla reducido un poco.
Al final se enfrentan el kung fu del andamio contra el del taburete. En serio.
El principal problema que le veo es que es un tanto caótica. Sigue más o menos la misma estructura que la anterior película pero, por ejemplo, el entrenamiento parece más casual y en el combate final no hay un orden, los malos reaparecen cada dos por tres.
En fin, pasemos a la tercera. He de decir que es la que más intrigado me tiene porque en algunos sitios no la consideran secuela.
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