martes, 23 de octubre de 2018

Taxi 2 (2000)

Siguen las aventuras de este taxista francés.

La policía Marsellesa recibe al ministro de defensa japonés. Mientras tanto Daniel conoce a los padres de Lilly, con su madre no hay problema pero su padre es un militar con el que tendrá que confraternizar.

Posiblemente sea la parte que más veces he visto. Es más sólida que la primera y la comedia funciona mucho mejor ahora que los personajes están asentados. Además las escenas de acción son más abundantes y variadas.

Un cámara murió durante el rodaje cuando el coche que saltaba sobre los tanques se pasó de largo y se lo llevó por delante. También resultó herido Jean-Michel Bar, del departamento artístico.

Daniel ha incorporado el sistema de vomitar en la parte trasera de los asientos delanteros. En la primera película los pasajeros vomitaban tras salir así que no era necesario pero uno casi vomita dentro, de ahí el cambio. Es algo realmente gracioso.

En la primera película la madre de Émilien le contó que a su padre le dieron el carné de conducir para que dejase de hacer exámenes. En esta a él se lo dan por la misma razón. Me hace mucha gracia que repita el actor que hizo de examinador en la primera.

Esta vez el comisario compara la necesidad de conseguir venderle su programa de entrenamiento antibandas a los japoneses con la victoria en el copa del mundo de Francia. Se le va mucho la pinza.

Usan la música de "Rocky" (1976) cuando muestran el "Cobra", el coche blindado que quieren vender a los japoneses. En realidad es un Peugeot 605 de 1995 de color negro mate.

En la primera película dos tipos roban un coche en medio de una operación policial y no les detienen. En esta regresan para entrar en un almacén donde hay montada otra y tampoco les capturan.

También sale el primer cliente que tuvo Daniel en la primera película al poco de llegar a París. Es el tipo que se sube al taxi y tal y como le ve se va corriendo.

En la primera la destrucción de coches es continua, está llena de accidentes algunos multitudinarios. Aquí son más casuales aunque en París montan una auténtica melé de coches de policía.

En una palabra, entretenida. Contiene algunas escenas de acción a toda velocidad muy logradas y los protagonistas se hacen querer aún más. De hecho en esta queda establecida la relación entre Petra y Émilien que tendrá repercusiones futuras. Seguimos con la tercera parte en la siguiente entrada.

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