Neil Armstrong es un piloto de pruebas que decide probar suerte con la NASA porque principal sueño y pasión es llegar a la Luna. Acaba de perder a su hija pequeña por un cáncer y eso hace que se recluya más en sí mismo y en su trabajo, dejando un poco de lado a su familia.

El reparto está encabezado por Ryan Gosling (Neil Armstrong), un papel hecho a su medida. Tenemos también a Ciarán Hinds (Robert Gilruth), salió en "Justice League" (2017) y en la serie "The Terror". Kyle Chandler (Deke Slayton), conocido por "Super 8" (2011) y "Argo" (2012). Corey Stoll (Buzz Aldrin), salió en "Ant-Man" (2015) y en "House of Cards".

Y es que Ryan Gosling hace lo que mejor sabe hacer, osea no expresar absolutamente ninguna emoción. Lo cual encaja con el personaje pero también que gran parte de los momentos épicos o emocionantes, incluso catastróficos resulten simples hechos contados fríamente.

La palabra es lánguida. La acción se detiene en muchos momentos simplemente para contemplar a un personaje mirando las estrellas o soñando despierto. Lo cual teniendo en cuenta que trata de los primeros vuelos de prueba antes de alcanzar el Apollo 11 resulta hasta irónico.
Resulta imposible no ver en ella paralelismos con películas como "Apollo 13" (1995) o incluso "Apollo 18" (2011), aunque ésta última yo la evitaría si no la conocéis.

Y la BSO hay ratos en los que es excesiva lo cual contrasta con algunos momentos en los que no se oye absolutamente nada. No me ha acabado de gustar la música elegida y la dichosa cancioncita del arpa me ha llegado a cansar de la cantidad de veces que la usan.
Pero bueno, para conocer un poco más en detalle los acontecimientos previos a la conquista de la Luna no está mal. Es lo más positivo que se me ocurre sobre esta película. Quizás lo único.
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