Herbert West es un médico prominente que está estudiando la muerte para evitarla. Se ha trasladado a vivir con Daniel Cain, otro estudiante de medicina. Pronto le obligará a trabajar con él para intentar encontrar la fórmula que pueda revivir a los muertos.

Brian Yuzna es el productor esta vez. La historia está basada en una novela de H.P.Lovecraft, concretamente en la titulada "Herbert West: Reanimator" escrita en el año 1922.
Originalmente querían ser fieles al relato original pero a medida que avanzaba la grabación terminaron desviándose hasta el punto que se convirtió en casi una parodia de "Frankenstein".

Para el efecto del líquido verde usaron el de varitas luminosas. Se cree que es la primera película que hace uso de ellas.
Nada más empezar tiene lugar una escena en Suiza y los personajes que aparecen hablan en alemán, de hecho se les entiende bastante bien. Todos salvo el protagonista que habla en inglés, en realidad sin razón aparente.
La música que suena durante toda la película es una copia descarada de la BSO de "Psycho" (1960).
El gato muerto en la nevera de Herbert es real.

Técnicamente hablando estaríamos hablando de zombies ya que son muertos a los que se les ha dado vida. Aunque en esta ocasión conservan una cierta inteligencia.
Lo que no entiendo es por qué el Dr.Hill no vuelve a enganchar su cabeza al cuerpo. Tampoco me queda muy claro cómo consigue resucitar varios cadáveres en la parte final y que sean tan dóciles, al menos por lo que se ve en la película no hay una explicación.

Me encanta el guardia de seguridad que se pasa el día sin hacer nada, tomándose sus "descansitos" incluso, y que cuando sucede algo primero no hace absolutamente nada y luego se va corriendo.
Una gran película, con un toque cómico que es lo justo y necesario para que no pierda seriedad y con buenos efectos especiales. El final no es definitivo, deja la historia totalmente abierta y por ello es lógico que tuviera una secuela.
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