miércoles, 31 de octubre de 2018

Slumber Party Massacre III (1990)

La última de esta trilogía.

Es el último año de instituto de Jackie y decide montar una última fiesta para sus amigas. Unos chicos deciden presentarse por sorpresa dándoles un susto y les echan. Pero ellos insisten y en ese momento hace aparición un asesino y empieza a matar a todos los que pilla por banda.

La directora esta vez es Sally Mattison. Es la única película que ha dirigido en su carrera, principalmente ha sido productora aunque siempre de títulos de baja calidad.

Roger Corman volvió a ser productor e incluso obligó a la directora a regrabar una escena, la de la muerte de Maria, a pesar de que después hubieron problemas de continuidad.

Y hablando de eso atentos al primer error, una de las chicas va a recoger una pelota de voleibol y se queda charlando con un chico, se gira y dice "seguid jugando sin mí". Cuando enfocan al grupo que sigue jugando ella está allí e inmediatamente después la vemos regresar.

El asesino sigue con su enorme taladro matando gente, la primera muerte llega de manera temprana. Es bastante gratuita, pero bueno, no está mal para calentar.

Durante el primer tercio de película hacen aparición todo tipo de hombres con una alta probabilidad de ser el asesino. Desde un rarito que les mira fijamente, a un guaperas, a un vecino que aparece sin más dentro de la casa y luego se dedica a espiar a las chicas con su telescopio. A ver si adivináis quién es.

Por cierto no tiene ningún tipo de conexión con las anteriores. Recuerdo que el asesino de la primera está muerto y el de la segunda era un rockero "espectral" con su guitarra así que el de esta es simplemente otro que decide usar la misma arma con un grupo de jovencitas que dan una fiesta.

Los desnudos esta vez llegan cuando dos de las chicas deciden hacer un striptease. Porque sí. Mientras las otras les animan. Que no es que me queje pero es eso que no te lo esperas.

Hay un asesino suelto en la casa  lo primero que hacen es llamar a la policía, quienes les ignoran por completo (creen que es una broma), tras ello se sientan en un sofá a deliberar y llegan a la conclusión que las puertas y ventanas están cerradas (salvo una del sótano).

El factor cómico brilla por su ausencia, aunque el asesino por la casa con un taladro enorme (sin cable) resulta de lo más ridículo. Al igual que los que aún siguen vivos jugando al escondite con él.

Esta es horrible, dejando a un lado la no conexión con las anteriores a partir del momento en que se descubre quien es el asesino son un montón de escenas sin sentido ni gracia. Va, pasemos a la siguiente.

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