Aquí la titulamos "Cabeza".
Inspirados por "A Hard Day's Night" (1964) de The Beatles, Bob Rafelson y Bert Schneider crearon una serie televisiva sobre un grupo de rock. En 1965 su título era "The Monkeys". Tras un arduo proceso de selección los miembros de la banda fueron:
- Micky Dolenz: hijo del actor George Dolenz. Había trabajado en otra serie e intervenido en algunos episodios piloto.
- Davy Jones: de Inglaterra, empezó siendo un jinete pero luego se dedicó a la música. Falleció en el año 2012.
- Michael Nesmith: de Texas, sirvió en las fuerzas aéreas estadounidenses. Tenía experiencia como músico también.
- Peter Tork: era el músico más experimentado, anteriormente había trabajado en restaurantes. Falleció en el año 2019.
Tras dos temporadas la serie fue cancelada en 1968 pero el grupo continuó grabando discos. Fueron conocidos por títulos como "I'm a believer" y "Daydream believer".
Lo más curioso de esta película es que uno de los productores y coguionista fue Jack Nicholson quien además hizo un cameo como un director de cine en el restaurante. Salen también Dennis Hopper y Frank Zappa haciendo de sí mismos y Tor Johnson interpreta a un guardia en lo que sería su última película estando con vida.
La película carece de argumento. Se supone que es sobre un grupo de rock tratando de hacerse famosos pero no hay una narrativa per se sino una serie de escenas inconexas entre las que tocan temas como el cine western, los combates de boxeo, la guerra de secesión estadounidense y el terror.
En un momento dado uno de ellos está en medio del desierto y se encuentra una máquina de Coca-Cola. Es lo único mínimamente coherente pues The Monkees protagonizaron algunos anuncios del refresco.
A ratos suena alguna de sus canciones. No sabría explicarlo mejor porque es tal cual.
Aunque la inspiración para crear la serie fue la primera película de The Beatles, ésta parece influenciada más por "Yellow Submarine" (1968).
Empiezo a entender lo que he leído de la gente que se marchó pasada una hora o así de película. De hecho mucho aguantaron. En fin, no sabía qué esperarme y ha resultado ser un sinsentido de cerca de hora y media de duración.
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