Un F16 estadounidense es derribado en Siria. Su piloto consigue salir eyectado de la cabina y es capturado por un grupo afín al ejército sirio. Los israelitas y los estadounidenses deciden combinar sus fuerzas para rescatarle porque se trata del hijo de un senador.

Normalmente no me saltaría una secuela pero me da una pereza enorme ver dos películas que son prácticamente iguales.
Protagonizada por Amaury Nolasco (Sargento Dave Flores), conocido por "Prison Break", ha salido en "A good day to die hard" (2013). También tenemos a Robert Patrick (Senador Jackson), conocido por "Terminator 2: Judgment Day" (1991), salió en "The Faculty" (1998).

Como buen soldadito americano el piloto del caza es capaz de cargarse a unos cuantos de sus captores antes de que se hagan con él y sólo lo consiguen tras lanzarle un pepino.
Lo menos creíble de esta película es que sean capaces de calcular cuantas horas le quedan de vida al piloto. Para empezar está el tiempo que han tardado en llevarlo a un refugio que ni siquiera saben donde está, luego el ratito que se pasan torturándolo hasta que logran la información pertinente y, finalmente, el tiempo del traslado hasta el lugar donde lo ejecutarán. Nada de todo eso se puede calcular, ni siquiera a ojo. Y aún usando algún tipo de estadística cada caso es totalmente diferente y este en particular es una patata demasiado caliente.

Es obvio que los malos no son árabes. Llevan la típica tela negra con una bandana de color verde y gafas de sol para que no se pueda ver qué son en realidad.
El tal "fantasma" no es que sea un gran soldado, más bien es una rata que en cuanto ve el mínimo atisbo de conflicto huye por patas.
En fin, como película de acción bélica se puede ver. Aunque no la considero nada especial pero sí un poco mejor que la otra secuela que vi.
Jajajaja...Me hace gracia cómo reconoce su masoquismo a veces, pero gracias a eso, descubrimos películas tan extrañas que le dan ganas a uno de verlas también, ya sólo por curiosidad...¡Saludos!
ResponderEliminarJaja, sacrifico mi salud mental por el bien común.
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