martes, 19 de noviembre de 2019

一番美しく (1944)

Aquí la titulamos "La más bella".

Estamos en una fábrica japonesa de lentes durante la Segunda Guerra Mundial. El director se ve obligado a incrementar la producción, un 100% a los hombres y un 50% a las mujeres. Pero la portavoz de las mujeres pide que sea un 66%.

Regresamos al cine de Akira Kurosawa con su segundo película y la peor valorada. De todo tiene que haber.

Al estar en plena Segunda Guerra Mundial el gobierno japonés hizo recortes en las películas. Uno de ellos incluyó que prohibió el uso de créditos de inicio para ahorrar cinta.

En realidad le encargaron a Kurosawa que hiciera una película sobre los pilotos de aviones kamikaze japoneses pero él optó por esta otra historia.

Me llama la atención en las escenas iniciales que entre los trabajadores de la fábrica haya un grupo bastante numeroso de niños.

En los años 40 aparecieron muchas películas de carácter propagandístico. He comentado alguna de los nazis y de los estadounidenses, quienes se tomaban a mofa a Hitler al principio y luego ponían a sus "héroes" al servicio de la patria (por ejemplo a Superman).

El título que nos ocupa viene a ser, poco más o menos, lo mismo pero al estilo japonés. Básicamente trataban de impulsar a sus ciudadanos para que colaborasen ayudando en la fabricación de armamento.

La fábrica me recuerda un poco a la que veíamos en "The Schindler's List" (1993). Y las trabajadoras se comportan de igual manera que si fueran militares al salir, marchando y cantando al unísono, y luego las vemos vivir en un lugar que parece un cuartel.

No sólo es el mensaje pro-bélico, o mejor dicho de animar a la ayuda colectiva, es que aparece una chica que se pone enferma y suplica que sus padres no se la lleven porque quiere volver a trabajar. Es quizás demasiado exagerado, en pocas palabras.

Pero vamos, es un reflejo de la forma tan particular de ser que tienen los japoneses. El mejor ejemplo es la mujer que se queda trabajando de noche porque cometió un error y no puede parar de trabajar hasta enmendarlo. Mientras tanto las otras están preocupadas por ella pero en realidad no hacen nada por ayudarla.

La película en sí no tiene ningún problema, más allá del carácter propagandístico claro. De hecho es una historia con bastante drama (algo exagerado en mi opinión, pero muy en la línea de las películas japonesas) y algunas de las escenas están grabadas con cierta creatividad, por ejemplo la escena del primer partido de voleibol. Claro que comparándola con las otras películas de Kurosawa se queda corta en prácticamente todos los aspectos.

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