Estamos en una fábrica japonesa de lentes durante la Segunda Guerra Mundial. El director se ve obligado a incrementar la producción, un 100% a los hombres y un 50% a las mujeres. Pero la portavoz de las mujeres pide que sea un 66%.

Al estar en plena Segunda Guerra Mundial el gobierno japonés hizo recortes en las películas. Uno de ellos incluyó que prohibió el uso de créditos de inicio para ahorrar cinta.
En realidad le encargaron a Kurosawa que hiciera una película sobre los pilotos de aviones kamikaze japoneses pero él optó por esta otra historia.
Me llama la atención en las escenas iniciales que entre los trabajadores de la fábrica haya un grupo bastante numeroso de niños.

El título que nos ocupa viene a ser, poco más o menos, lo mismo pero al estilo japonés. Básicamente trataban de impulsar a sus ciudadanos para que colaborasen ayudando en la fabricación de armamento.
La fábrica me recuerda un poco a la que veíamos en "The Schindler's List" (1993). Y las trabajadoras se comportan de igual manera que si fueran militares al salir, marchando y cantando al unísono, y luego las vemos vivir en un lugar que parece un cuartel.

Pero vamos, es un reflejo de la forma tan particular de ser que tienen los japoneses. El mejor ejemplo es la mujer que se queda trabajando de noche porque cometió un error y no puede parar de trabajar hasta enmendarlo. Mientras tanto las otras están preocupadas por ella pero en realidad no hacen nada por ayudarla.

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