Un matrimonio y su hijo están de viaje por Marruecos. Allí conocen a un espía que es asesinado pero le dice al marido que van a asesinar a alguien en Londres. Para que no hable alguien secuestra a su hijo así que deciden ponerse a investigar.

Protagonizada por James Stewart (Dr. Benjamin McKenna), un habitual del cine de Hitchcock. Con Doris Day (Josephine Conway McKenna), para ella en cambio fue su primera y única vez que trabajó con el director.

Además fue la película que le hizo comprometerse en contra del abuso de los animales al ver como eran tratados los camellos y las cabras. De hecho hasta que no veía que estaban bien alimentados cada día se negaba a volver al trabajo.
El ya clásico cameo del director sucede cuando van al mercado marroquí, está de pie en la parte izquierda de la pantalla mirando a los acróbatas. Cuesta un poco de ver porque aparece de espaldas durante muy poco tiempo.

La verdad es que no he visto la versión del 34 para poder compararlas, pero lo haré más adelante. Aunque a saber cuándo porque el caos de títulos por ver es bastante grande ahora mismo.

Definitivamente está muy en la línea de las historias típicas del cine de Hitchcock. En ese sentido no la considero ni peor ni mejor que las películas que más veces he visto del director. Aunque tiene algunos momentos en los que quizás la trama se podría haber cogido de una manera ligeramente diferente, por ejemplo la parte en la que dejan encerrado al protagonista en la capilla. Pero vamos, eso es por buscar alguna pega.
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