Un grupo de jóvenes problemáticos van a pasar unos días en medio de la naturaleza. Pero en la zona donde acampan han aparecido una serie de garrapatas gigantes que se alimentan de la sangre de quienes pillan.
Dirigida por Tony Randel, el mismo que hizo "Hellbound: Hellraiser II" (1988). Y producida por Brian Yuzna, con el paso del tiempo he aprendido a no asociarlo a sus grandes títulos, especialmente cuando no ejerce de director.
En el reparto destacan los nombres de Seth Green (Tyler Burns), conocido por "Robot Chicken" e "Idle Hands" (1999). Alfonso Ribeiro (Darrel "Panic" Lumley), conocido por "El príncipe de Bel Air". Y Clint Howard (Jarvis Tanner), conocido por "Apollo 13" (1995).
La vendieron como si los bichos fuesen insectos pero en realidad son arácnidos.
Es una película que surgió en un momento en el que había una sobrexplotación del tema jóvenes problemáticos que llegan a un sitio para ir muriendo uno a uno por la causa que sea (casi siempre un asesino en serie) y el hecho de que fueran bichos tampoco era una gran novedad.
De hecho tras verla me vienen a la mente varios títulos similares de una calidad similar y que tampoco fueron demasiado destacables.
Tiene alguna escena que hace gracia de lo ridícula que es, pero es del todo involuntario. Por ejemplo cuando una de las garrapatas se marcha con un palo en la boca o cuando otra reabsorbe la sangre de una jeringuilla.
La única gracia es ver unas garrapatas de un tamaño descomunal chupándole la sangre a la gente (y a un perro) y que una de ellas se convierte en un tamaño todavía más grande, como un humano concretamente. Por lo demás podéis pasar de ella.
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