Va, veámosla.
Un operativo de la CIA conocido como “el protagonista” es reclutado por una organización llamada Tenet para participar en un encargo consistente en detener a un oligarca ruso de que inicie la 3ª Guerra Mundial. Para ello tendrá que dominar una técnica conocida como “inversión del tiempo”.
Se trata de una película de Christopher Nolan, un director del que puedo decir que me gustan algunos de sus títulos, como “Memento” (2000), “The Prestige” (2006) o “The Dark Knight” (2008).
La BSO no siempre acaba de encajar con lo que sucede. Es demasiado ominosa, excesiva, recargada... la trama es intrigante, con toques de acción pero no es para tanto.
De hecho, hablando de la intriga, pocas cosas me han sorprendido en realidad. Igual es porque a pesar de lo complejas que resultan las escenas en las que hay gente avanzando a la vez hacia delante y hacia atrás en el tiempo, lo que es la trama en sí no tiene nada de complejo y muchas cosas se intuyen rápidamente.
El mejor ejemplo es el personaje interpretado por Robert Pattinson (Neil), a partir de la escena en el avión estaba claro por donde irían los tiros y ni siquiera su última revelación resulta realmente sorprendente.
Del reparto destacan Michael Caine (Sir Michael Crosby), en lo que casi podría considerarse un cameo, y Kenneth Branagh (Andrei Sator), en un papel que le pega.
Personalmente no entiendo mucho el revuelo que causó, recuerdo que algunos decían que no entendían el final y que te "rompía la mente". No acabo de verlo, no hay nada que no quede claro escuchando un poco las conversaciones.
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