Un vecino curioso trata de averiguar la verdad sobre un asesinato que ha sucedido cerca de su casa. Una mujer mató a su marido y lo único que tiene es una mancha de sangre, vio como la arrestaban y poco más. Por ello va preguntando a todos los vecinos si vieron algo, cámara en mano.
Pasemos a mi género menos favorito, el found footage. En realidad no sé por qué sigo viendo películas de estas si sé de antemano que no me van a gustar.
Es bastante estúpida, no sólo graba a un montón de gente aleatoria que simplemente dicen “no he visto nada, no sé nada” sino que se para a grabar los animalitos que se va encontrando por las calles.
Esencialmente el tipo que graba este “documental” está sin trabajo y lo hace porque se aburre como las ostras.
La acción tiene cabo en un barrio de Los Angeles conocido como Koreatown. De ahí el título.
Lo peor de este tipo de películas es que están editadas, obviamente, pero dejan un millón de cosas estúpidas en vez de centrarse en los vídeos que son importantes. En este caso salen chorrocientas personas que no tienen nada que ver con lo sucedido, de hecho estaríamos hablando de 3 o 4 personas mínimamente interesantes solamente.
El tipo nos cuenta sus sueños. Porque de algo tiene que hablar cuando no hay nada que mostrar.
Buf, personalmente creo que hubiera sido un cortometraje medio interesante. Como película casi me duermo viéndola.
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