A ver qué tal.
Estamos en ciudad de México, en 1909. Un grupo de indios del estado de Morelos acuden allí para tener una audiencia con el presidente Porfirio Díaz. Alguien ha usurpado sus tierras y el presidente les pide que verifiquen los límites de la zona de la que son dueños. Entre ellos se encuentra Emiliano Zapata.
Tenemos a Marlon Brando (Emiliano Zapata) en su tercera película tras protagonizar "A Streetcar Named Desire" (1951). Jean Peters (Josefa Zapata), salió en "Niagara" (1953) y en "Apache" (1954). Y Anthony Quinn (Eufemio Zapata), ya se había labrado una larga carrera cinematográfica por aquel entonces.
A Anthony Quinn no le pareció demasiado bien que Marlon Brando se llevase el papel protagonista porque por sus facciones el daba mejor el pego como Zapata. Así que se lo jugaron a ver quien podía mear más lejos en el Río Grande y perdió Quinn. Claro que después ganó el Oscar al actor de reparto.
El maquillaje que lleva Brando es peculiar. Lleva algo en las pestañas (no sabría como definirlo) y un bigote falso bastante cutre. Aparte tiene la piel oscurecida. Si no conociera al actor seguramente no me habría percatado de ésto último.
La primera muestra real de poder sucede pasados unos 35 minutos, concretamente cuando la policía trata de detener a Emiliano y los aldeanos les acompañan hasta que aparece el hermano y se dan cuenta de que lo mejor es que lo liberen. Es lo que hace que cambie la actitud de un pueblo que estaba esperando pacientemente.
Entiendo porque premiaron a Anthony Quinn y no a Marlon Brando. Sin embargo no me ha parecido un mal personaje de Brando, ni muchísimo menos.
No conozco prácticamente nada sobre la vida de Zapata, sé que es alguien notorio en México pero poco más. Esta película muestra cómo surgió de la nada y se convirtió en un líder de los que no eran nadie y así lograron plantarle cara al gobierno corrupto de entonces.
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