Durante la Primera Guerra Mundial las tropas italianas y las austríacas se enfrentan por el control del Monte Fior. Pese a las numerosas bajas los italianos no cesan en su empeño.

Vale, estricto no es la palabra exacta sino gilipollas. La manera en la que va paseándose por las trincheras soltando tonterías a la tropa es para darle con la mano abierta.
Aunque el momento más absurdo es cuando unos soldados se rebelan y manda que los fusilen.

La cosa va a peor cuando vemos a un tribunal militar castigando a todos los soldados heridos como que se han autoinfligido las heridas para poder huir del frente... sin apenas margen para defenderse.
Pero lo peor, de lejos, es cuando ejecutan al único que queda vivo por haber salido ileso y no creer en la guerra. Tal cual.

Una película que me ha puesto un poco de mala leche al ver la impotencia de los soldados cuya función es, morir. Si cumples las órdenes igual los mata un austríaco, si no casi seguro que te fusilan y si te pegas un tiro te fusilan igualmente. Menuda vida.
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