Un grupo formado por seis hombres tienen como misión acabar con unos cañones en la isla de Navarone que forman el último bastión de defensa de los nazis en el Egeo. Una misión imposible pero que en caso de conseguirlo hará que cambien las tornas.

Es la única película en la que se ve a David Niven fumando. Al principio creyó que no era el actor ideal para el personaje pero más tarde consideró que fue uno de sus mejores trabajos.
Según la opinión de Gregory Peck se trata de una película anti-bélica. Consideró que no era el actor ideal para el personaje que interpreta, principalmente porque debía ser inglés y él era incapaz de imitar el acento (de hecho los espectadores suelen confundir su personaje con que es americano). Aparte doblaron las partes en las que habla en alemán y griego.

Una de las mayores críticas que recibió es que los actores principales eran demasiado mayores para los personajes que interpretan. No lo tengo TAN claro yo, sí lo son comparados con los de la novela en la que se basaron pero en mi opinión quedan creíbles como soldados.

Es una de esas raras veces donde los idiomas son una parte fundamental de la trama. De hecho cuando llegan los nazis y se ponen a hablar en inglés es porque creen que son ingleses. Ese tipo de detalles me encantan.
Cuando revelan la identidad del traidor uno termina diciendo "Q.E.D.". Es latín, significa "Quod erat demonstrandum", que traducido es "que ha de ser probado".

Tuvo una secuela titulada "Force 10 from Navarone" (1978). Ahora mismo no la tengo muy a mano así que la pospondré para otra ocasión. En cualquier caso me ha parecido una película muy entretenida y las críticas que he leído sobre los actores no les hacen ninguna justicia.
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