En una plataforma petrolífera del Mar del Norte están experimentando un método para obtener metano sólido, aunque es un mineral muy inestable el que manda decide usar detonaciones y en su primer intento provoca una ola enorme que arrasa la costa de una isla. Ahora el mismo tipo quiere que la compañía petrolífera le pague 10 millones o volará el resto del mineral.
Eso que estás aburrido y miras lo primero que encuentras. No sabía qué mirar y ha aparecido este título por casualidad, lo cierto es que desconocía por completo su existencia.Al tratarse de una producción alemana me esperaba que evitasen en caer en los tópicos de las películas estadounidenses pero qué va... se los comen todos, uno detrás de otro.
El fracasado al que sólo se le da bien hacer surf, ergo es un experto en olas y por ello en el momento crucial se convertirá en el héroe de turno. La chica que aparece de repente en la isla en busca de respuestas y que parece muy segura de sí misma pero que terminará con el héroe. La niña que se va tras un perro y desaparece. El tipo del helicóptero que sin licencia ni ná se pega unos viajes que ni te cuento y encima apura el depósito hasta el extremo (es realmente absurda esa parte).
Y eso no es nada en comparación con momentos como "no funciona la radio para llamar al teléfono de la hermana pero sí a un científico que por arte de magia sabe todo lo que va a pasar haciendo predicciones milimétricas" o el malo (más feo que pifio) haciendo todo tipo de maldades a cuál peor.A estas alturas uno podría creer que es una mala película y estaría en lo cierto. Pero si aún así hay que comprobarlo tan sólo hay que ver el tráiler que encima te cuenta el 90% de la película, tal cual, con las escenas por orden además (salvo las últimas).
¡Evitadla!.
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