La resistencia lucha contra los nazis y Rayne se une a ellos. Un doctor nazi quiere emplear la sangre de Rayne para crear máquinas de matar pero ella no tiene ninguna intención de dársela.

Tras empezar la historia en la edad media y pasearse por el salvaje oeste el siguiente paso lógico es ir a luchar contra los nazis. Claro.

Ahora hay nazis vampiros. Porque así es más interesante esto.
Otra diferencia es que incluye algunas escenas de sexo lésbico. Al menos con ellas Uwe Boll consigue que se haga menos aburrida la película. Claro que es algo pasajero de lo que te olvidas pronto.

Personalmente me he aburrido un poco viéndola, he perdido todo el interés bastante rápido y le veo los mismos problemas que a la anterior. En fin, me alegro de habérmelas quitado de encima.
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