Un padre de familia es testigo del asesinato de su mujer y su hija por parte de unos asaltantes en su casa. Varios meses despierta de un coma en un hospital y sólo recuerda la cara de Lux Deveraux.

Reaparece también Andrei Arlovski (Magnus), aunque era predecible porque vimos un montón de clones de su personaje al final de la anterior película (en realidad no tengo muy claro si continúan su argumento).

En el arranque de la película la cámara está situada en un ojo de un padre de familia. Lo interesante es que en un par de momentos se mira en un espejo.

El tal Magnus hace aparición con una escopeta que lleva un cargador, es una Valtro PM-5. Una vez "libera" Andrew se ve un símbolo escrito en la pared con sangre. Es algo que salió en la película de The Asylum. Yo también estoy flipando.
Usan varias veces un efecto de luz estroboscópica que llega a marear (especialmente si tienes problemas con las luces brillantes como yo).

Tras el ataque con el hacha si John hubiera cogido los deditos y hubiera ido a urgencias se los habrían vuelto a coser. Pero no, don tipo duro prefiere vendarse y a tomar por culo la mano (que luego le vuelven a crecer porque es un UniSol, pero eso él no lo sabe).

En fin, otra saga que si se hubiera quedado en una película no habría pasado nada. Las secuelas se mueven entre lo peor de lo peor y la mediocridad. Umf.
No hay comentarios:
Publicar un comentario