sábado, 3 de noviembre de 2018

Universal Soldier: Day of Reckoning (2012)

Aquí la titulamos "Soldado universal: El día del juicio final".

Un padre de familia es testigo del asesinato de su mujer y su hija por parte de unos asaltantes en su casa. Varios meses despierta de un coma en un hospital y sólo recuerda la cara de Lux Deveraux.

La última película marcó la enésima aparición de Jean-Claude Van Damme (Luc Deveraux) y Dolph Lundgren (Andrew Scott), aunque esta vez no comparten ninguna escena juntos.

Reaparece también Andrei Arlovski (Magnus), aunque era predecible porque vimos un montón de clones de su personaje al final de la anterior película (en realidad no tengo muy claro si continúan su argumento).

Como suele pasarme con estas sagas he encontrado un título más mientras la veía, aunque en realidad no forma parte de ella ni si quiera está relacionada, simplemente se titula de igual manera. Se trata de la película inglesa "Universal Soldier" (1972), no me apetece ponerme con ella ahora así que la guardo para más adelante.

En el arranque de la película la cámara está situada en un ojo de un padre de familia. Lo interesante es que en un par de momentos se mira en un espejo.

La escena del hospital en la que una enfermera le da de comer me ha recordado a "A Clockwork Orange" (1971).

El tal Magnus hace aparición con una escopeta que lleva un cargador, es una Valtro PM-5. Una vez "libera" Andrew se ve un símbolo escrito en la pared con sangre. Es algo que salió en la película de The Asylum. Yo también estoy flipando.

Usan varias veces un efecto de luz estroboscópica que llega a marear (especialmente si tienes problemas con las luces brillantes como yo).

Veamos, la trama es que John trabajaba para Luc quien por algún motivo decidió matar a su mujer e hija y dejarle en coma durante meses. Andrew trabaja para Luc y se dedica a "liberar" UniSols para formar una especie de ejército. Parece sencillo, pero hasta mitad película no queda nada claro.

Tras el ataque con el hacha si John hubiera cogido los deditos y hubiera ido a urgencias se los habrían vuelto a coser. Pero no, don tipo duro prefiere vendarse y a tomar por culo la mano (que luego le vuelven a crecer porque es un UniSol, pero eso él no lo sabe).

A pesar de contener algunas escenas bastante sangrientas y peleas un tanto brutales (la del hacha y la de los bates se salen) su casi dos horas de duración unidas a lo lento que suceden algunas partes la hacen muy pesada de ver.

En fin, otra saga que si se hubiera quedado en una película no habría pasado nada. Las secuelas se mueven entre lo peor de lo peor y la mediocridad. Umf.

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