El capitán Konakawa sufre de ansiedad debido al último caso que está investigando y por ello recurre a una innovadora terapia del sueño que consiste en, literalmente, analizar lo que pasa por su mente mientras duerme.
Se trata de la última película de animación que hizo Satoshi Kon antes de su fallecimiento. Su filmografía la completan los títulos "Pâfekuto burû" (1997), "Sennen joyû" (2001) y "Tôkyô goddofâzâzu" (2003). Tengo previsto ver alguno de ellos próximamente.El arranque de la película es una auténtica locura. El tal Konakawa va saltando de sueño en sueño, de hecho es más bien pesadillesco todo, y hasta que no se despierta no sabemos qué está sucediendo.
La pesadilla común está cargada de símbolos populares japoneses. Algunos son más obvios que otros, dado que salen cientos de cositas en ciertos momentos resulta difícil enumerarlas. Pero vamos, conociendo un poco de cultura japonesa los reconoceréis fácilmente.Lo más complicado de ésta película es saber qué es sueño y qué no. De hecho yo tengo la teoría de que no llegamos a ver el mundo real, lo cual explicaría muchas cosas.
Los sueños dan mucho de sí y por ello vemos todo tipo de cosas en ellos. En realidad me cuesta explicarlo porque es todo demasiado fantasioso. Mezclan elementos de historias populares, cuentos o películas pero lo suficientemente diferentes como para que no sea una copia descarada, y aún así están bien integrados.En cualquier caso me ha dejado con ganas de más pero eso tendrá que esperar porque tengo otros títulos preparados para ver.
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