La tercera y última parte.
Estamos en 1954 en la tundra siberiana, en el gulag 14 de Stalin. Su principal peculiaridad es que poseen un tigre hambriento llamado Sasha al que arrojan a aquellos que osan desafiar a la autoridad.
La segunda película no me desagradó pero no sé si merecía una tercera. Lo que me ha quedado claro de primeras es que cada una trata de un personaje llamado Ilsa, que tienen algunas semejanzas entre ellas (aparte de que son interpretadas por Dyanne Thorne) pero que no tienen nada que ver.
La historia se divide en dos partes. La primera transcurre en 1954 en el gulag, allí vemos como torturan y asesinan a los presos sin miramientos. Cuando muere Stalin tienen que ejecutarlos pero la cagan y empiezan a matarse entre ellos quedando vivo un preso y la propia Ilsa.
La segunda sucede en 1977 en Montreal. Ilsa dirige un prostíbulo y de casualidad se encuentra con el preso quien estaba acompañando a dos camaradas que necesitaban desfogarse. Le capturan y se lo llevan a una mansión donde se dedican a reprogramar a la gente que les conviene.
La principal diferencia es que aquí las torturas que muestran son de ir por casa. Electrocutar a uno para que cambie de opinión, disparos o meter a uno bajo el agua helada (todas con un final funesto). La única parte que me ha parecido interesante es cuando resuelven un conflicto entre presos con dos motosierras, el que corte la mano al otro gana, al perdedor lo ejecutan posteriormente (muy lógico todo).
La manera en la que Ilsa se ducha delante de sus ayudantes me ha parecido muy gratuito y sin sentido.
No es decepcionante pero tampoco ninguna maravilla. La peor de las tres.
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