Barry J. Gillis empezó a rodarla en 1990 y en 1991 ya tenía una primera versión con la que no estaba satisfecho. Durante años la tuvo guardada hasta que pudo recaudar el suficiente dinero como para poder hacerle una post producción decente y estrenarla.
En los primeros minutos de película vemos un poco qué nos espera. Primero una edición súper mal hecha con planos que se repiten para mostrar los disparos. Pero es que encima cuando no pueden enseñar la pistola disparando porque está demasiado cerca de un actor superponen la imagen de unos fuegos artificiales.
Los efectos especiales maravillosos siguen con una tormenta de rayos puesta en una esquina de la imagen (tal cual) mientras un tipo con una máscara de gas y un cuchillo decide entrar en acción y asesina al asesino. Todo muy lógico.
Aunque lo más curioso es la chica que sale primero en bragas y luego desnuda duchándose, es fascinante la manera en la que se recrean con su cuerpo. Aunque más fascinante es la parte en la que de repente pasa la cortina (insisto, está en pelotas, con la puerta del baño abierta, durante un largo rato), para que así el asesino del cuchillo pueda recrear el asesinato de “Psycho” (1960). Bueno, eso es ser muy generoso, pero os hacéis una idea.
Todo eso vienen a ser los 11 minutos de introducción antes de los créditos iniciales. Yo lo dejaría ahí.
Por algún motivo han decidido doblar todos los diálogos. Eso no sería un gran problema, de hecho es habitual cuando el sonido en directo al grabar una escena tiene algún tipo de problema, sin embargo aquí hace que los personajes hablen sin mover los labios y no tenga ningún sentido nada de lo que sucede con lo que hablan. La cosa se pone peor cuando llega la escena del lago y pone sonidos de patos y ranas (que nunca vemos), pero suenan tan alto que no se oye las conversaciones (insisto, dobladas).
Las actuaciones son otra de las partes donde flojea. Enormemente. Lo mismo podría decirse de la BSO, algunas de las canciones son loops muy mal cortados.
Hay una escena ETERNA de cuatro que se van a un lago y el asesino les va siguiendo. Cuando por fin llegan sigue sin suceder nada y aunque hay una voz en off en ciertos momentos, se ven en la necesidad de poner un texto en medio de la pantalla explicando un detalle de uno de los personajes, que carece de importancia (el texto y el personaje).
Hay una escena que involucra una enfermera, el asesino en la silla de ruedas (con dos esposas en las muñecas) y un tobogán. No se puede hacer peor algo tan simple.
La última escena es una masacre. Ni siquiera eso hacen bien, es tan tan mala. Alcanzan un nivel de cutrez que ni siquiera me había podido imaginar.
Me ha recordado a las películas de Neil Breen. Pero al menos las suyas me hacían reír.
Pues al final sí ha resultado ser una de las peores películas que he visto. Y mira que es difícil entrar en ese ranking. Pero es que no hay nada que merezca la pena. Es lenta, aburrida, editada de pena, con la música entrecortándose, las peores actuaciones posibles, la historia es estúpida, la voz en off sólo hace que soltar gilipolleces, los asesinatos dan grima… nada, tendré que recomendarla a todos mis amigos.
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