A ver qué esto...
Becky es la cantante de un grupo punk. Tiene una hija y el padre está saliendo con una chica llamada Tiffany, quien no tiene una relación demasiado buena con Becky. Aparte acaban de terminar una gira y su promotor les propone otra junto con otra banda, pero ella se niega.
No consigo recordar la razón exacta por la que la elegí, aunque diría que es por el reparto.
Destacan las apariciones de Cara Delevingne (Crassy Cassey), salió también en “Valerian and the City of a Thousand Planets” (2017), “Suicide Squad” (2016) y “Paper Towns” (2015). Elisabeth Moss (Becky Something), quien está que no para, no hace mucho la vi en “The Invisible Man” (2020). Virginia Madsen (Ania Adamcyzk), salió en “Candyman” (1992) y “Dune” (1984). Eric Stolz (Howard Goodman), conocido por “Pulp Fiction” (1994) y “The Butterfly Effect” (2004). Y Amber Heard (Zelda E. Zekiel), salió en “Aquaman” (2018).
Por sorprendente que parezca ninguna línea de diálogo fue improvisada.
Se ve que Elisabeth Moss estuvo unos meses aprendiendo a tocar la guitarra adrede para este papel. Lo cual sería un dato interesante de no ser que lo que toca y lo que suena no es lo mismo, al menos no en el directo. El piano sí que lo toca bien, lo cual no tiene sentido.
Tras el primer concierto hacen una referencia a “Wayne’s World" (1992) cuando dicen “party time” “excellent”. Posteriormente Becky dice “C.U.N.T., everyone’s accusing me”, en realidad es de una canción de Ramones titulada “Pinhead” y dice “D.U.M.B., everyone’s accusing me”, pero vamos, lo dice con la misma cantinela y todo.
Lo cierto es que la película se vuelve bastante pesada. El rollo del artista que se encierra en sí mismo y vuelve locos a todos los que le rodean se vuelve viejo pronto.
La película está salpicada de lo que parecen vídeos caseros grabados por una persona desconocida pero que sabe a quién enfocar precisamente en cada momento.
En esencia la protagonista es una cantante punk, madre de una hija, que sigue una religión más estúpida de lo normal y en realidad no me ha quedado claro si sus idas de olla son debido a las drogas o a que es una enferma mental. Pero vamos, tanto da.
Durante el concierto en el que todo se va a la mierda el público más soso no puede ser. Yo me lo pasaría en grande viendo como un cantante empieza a autodestruirse en el escenario. Dicho así casi parece que fuese un concierto regular de G.G.Allin, pero qué va, sólo suelta un par de gilipolleces y se la llevan detenida.
En el último concierto Cara aparece tocando una guitarra, de hecho es la única de todas las invitadas que toca un instrumento. No tendría mayor relevancia de no ser porque previamente dijo que ella tocaba la batería.
Buf, menudo pastelazo. Demasiado drama para mi gusto. Ni siquiera sucede algo interesante como un suicidio o una sobredosis, lo único destacable es cuando Becky rompe una botella y le hace un cortecito a la batería de su banda, y tampoco es para tanto.
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