A ver qué es esto.
Una chica llamada Lisa es violada brutalmente por un grupo de tipos. Al día siguiente tienen un campeonato de bolos en el lugar de los hechos y un misterioso asesino empieza a matar a todos.
Usan la palabra “fuck” (o derivados) más de 500 veces.
Cuando se le cae la peluca al travesti no estaba previsto. Y, de hecho, gran parte de los diálogos fueron improvisados.
Sabes que una película no es de EEUU cuando en una de las primeras escenas vemos un primer plano de un coño. Más tarde se ve la polla de un tío cuando intenta mear en una botella de cerveza. Estos canadienses tienen tan buen gusto.
Violan a la chica sobre una máquina de pinball, como en “The Accused” (1988).
Algunas de las actuaciones son muy malas. Especialmente me refiero a la tal Lisa, por suerte no sale en demasiadas escenas.
He de decir que es la primera vez que veo un asesinato doble asfixiando a una pareja mientras practican el 69. Y además es bastante explícita la escena, no sé si usaron una polla de mentira pero parece bastante real.
Por una parte me alegro que la película sea tan explícita a la hora de mostrar genitales, por otra me gustaría que fuese un poco mejor. Me fastidia porque los efectos especiales son realmente buenos, los asesinatos son geniales.
En un momento dado suena brevemente el tema de “Halloween” (1978).
Su desenlace es bastante penoso, aunque al menos dan una explicación con sentido sobre quién es el asesino y por qué hace lo que hace.
Tuvo una secuela titulada “Gutterballs 2” (2015) de la que no dispongo y no creo que la busque.
Es una idea interesante, con unos cuantos actores decentes hubiera sido una película genial. Al menos la sangre a borbotones no falta y hay bastante variedad en cuanto a las maneras de matar.
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